Soy la sombra de un hombre triste y ciego en busca de luz.
Nuevamente, es el amor al que olfateo a lo lejos, ese que se esconde detrás de aquél disfraz, detrás de aquella mueca de indiferencia y de esa efímera mirada. Reconozco ese olor como el perro reconoce a su dueño.
Aroma del viento libre. Ese que viaja por el mundo apoderándose de almas en desuso y destruyendo límites, espacios y tiempos. Está en tránsito, pasajero, a nadie rendirá cuentas ni explicaciones. Sólo pasará por las calles oscuras iluminando el camino.
A mí me iluminó, y ahora soy sólo la sombra de un hombre triste y ciego que perdió sus máscaras al conocer el amor. Pero que no se arrepiente.
Elias Roth
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