Yo no nací en estas tierras, tal vez me hubiese gustado,
pero yo no soy de aquí. No como aquél cóndor que nos divisó a lo lejos en su
vuelo, no como aquél conejo que rápidamente huyó dando brincos al vernos, no
como aquella lagartija que al percatarse de nosotros se perdió en sus túneles
que tan bien conoce, y definitivamente no como todas esas hormigas que al
levantar esa roca, dimos con sus laberintos y con un submundo totalmente
desconocido. Todos ellos, son de aquí, más bien, ellos conforman el aquí.
Yo, yo soy de la ciudad, y hoy, me he escapado.
Me vine a las altas cumbres, aquellas que rozan el cielo,
que nos sorprenden con fuertes vientos y que durante las noches ven de cerquita
las estrellas adornando el telón. Aquí me he venido: a despejarme, a gritarle
con fuerza al mundo para que mi eco se lleve mis tensiones, mis miedos. También
vine a respirar, a llenarme los pulmones con aire del puro, aquél oxigeno
virgen y nómade que viaja sin detenerse entre infinitos cordones montañosos.
Mi percepción se abre mi visión se pierde en el horizonte
veo aquella vibra que fluye en el aire la veo en serio son millones pequeñas
partículas que flotan y hacen un todo. Al mismo tiempo mi cerebro genera
preguntas y respuestas fines comienzos. De nada estoy seguro sólo que esta
tierra es real puedo sentirla toda la energía hay vida hay vida hay vida.
Soy un charlatán.
Thor
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