Servido ya el primer plato. Un celular, sacando una foto
para subirla a Instagram, invade con un estruendoso sonido la mesa dando rienda
suelta a un desagradable concierto de whatsapp, llamadas, mensajes,
notificaciones de facebook. Sonaron, y junto al chillido de frotar cuchillos
con tenedores, no dejaron de sonar. Lástima que en esta cena familiar lo único
que no se oyó fue a la familia hablar.
Lak-Ant.
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