Ni leyes ni principios, ni caminos ni atajos. La tinta se derrama libremente en el papel, tan libre que no sé si es mi mano quien la conduce, ni siquiera sé si soy yo quien se expresa. Son muchos los que habitan en mí, y a veces por las noches, los oigo murmurar: gritan, lloran, discuten...
Hoy escribo en busca del consenso, hoy escribo para transformarme en la voz oficial de aquellos ciegos que me hacen funcionar como una marioneta.
Elias Roth
No hay comentarios:
Publicar un comentario