No hay peor ciego que el que no quiere mirar, esas son las palabras que me retumban acá, y me retumbaron en mis tierras lejanas. Me da rabia, los poetas lo lloraron, los filósofos lo sentenciaron, los historiadores lo cuentan, y yo aquí, nuevamente, después de siglos de lucha, tengo que seguir repitiendo la vieja muletilla revolucionaria. ¿Por qué hay que seguir diciendo que la vida no se paga? ¿Por qué tenemos que recordarte que la vida se comparte? ¿Por qué tenemos que decirte carpe diem? ¿Por qué te tengo que exigir respeto? ¿Por qué te tengo que gritar igualdad? ¿Por qué mierda la mujer sigue siendo un objeto sexual? ¿Por qué el otro va después de ti? ¿Por qué tienen que haber debates para que el homosexual pueda casarse? ¿Por qué tenemos que recordarte que el boliviano es tu hermano? ¿Por qué?
Son siglos y siglos que se dicen las cosas, sabidurías milenarias que han esparcido pacientemente un mensaje de paz, y tu, maldito bastardo asqueroso, sigues escupiéndole al otro... ¿Es que acaso no se ha aprendido nada en tantos años? ¿Acaso el che murió por nada? Si volviera a la vida, ¿morirías junto a él? ¿Qué se tiene que decir para que respetes la vida?
Y después, como pasa siempre, una ola de odio inunda el mundo, nos mataremos a palos, unos se creerán superiores a otros, millones serán torturados y asesinados, y harán un museo de la memoria. Los niños masacrados, las revoluciones fallidas, las canciones desgarradoras, los cuentos de lucha, fueron sólo eso, cuento, ficción, y tú escuchando con una lágrima falsa, te conmoverás, y tu deber ya fue, aplaudes, lloras, te emocionas, cae el telón, el teatro se acabó, sales de la sala con la consciencia limpia y volverás a ser el mismo ciego por opción, mirando tu ombligo, comiendo para ti y dejando a los demás atrás. El pobre seguirá sin comer, el rico seguirá mirándolo desde su hombro y riéndose de su miseria. Volverán a vivir en "prosperidad", volverán los poetas para recordarles que la vida no es así, que es más profunda, que la historia no es ficción y tu volverás a no escuchar, y así, este circo se repetirá una y otra vez. ¿Acaso es la eterna misión del poeta ser el mensajero de la vida? ¡Es acaso la eterna misión del historiador recordar a los muertos para que sean llorados falsamente por ustedes, nosotros, actores! Me pregunto si la voz del cantante va a soportar tanto. Imagínense la vida sin la poesía. Imagínense la vida sin la vida.
Tristan
1 comentario:
"¿Cómo no había yo de ser un lobo estepario y un pobre anacoreta en medio de un mundo, ninguno de cuyos fines comparto, ninguno de cuyos placeres me llama la atención?"
Publicar un comentario