20 de diciembre de 2015

Cruces

Hay de esas veces que los focos me dan de frente, como si su ficticia luz pudiese arrebatarme una superflua existencialidad, un cierto palpable alejado de las sombras.
La oscuridad y sus respectivos dominios suelen escurrirse como claras aguas correntosas. Sus encuentros y desencuentros dependen de la adaptación de la paciencia, de nuestra ancestral e ignorada naturalidad.
Los laberintos suelen ser irreductibles, debido a que juegan con las orientaciones. Resulta difícil no atraparse entre dos caminos necesariamente equívocos. La pasividad y la renuncia se transforman en armas de doble filo: forjan cuando hieren.
Hoy hasta las arañas me ayudan a descomponerme, como si fuesen tumbas las ausencias prematutinas, prenocturnas, presenciales.
El momento ya no deja dormir, y se expande cada vez más invisible por entre las paredes, por entre las esquinas de mi bóveda. La confusión se hace certeza cuando se reconoce en los sueños, ambas saben sin hablar.
La salud ilumina de lejos, las pisadas son casi inexistentes, el pensamiento es reloj, la duda no espera.
La vigilia es un caos en sigilo, para quien no sabe qué está protegiendo.



A.T

27 de noviembre de 2015

El Poeta

Tú crees que eres distinto, 
porque te dicen poeta, 
y tienes un mundo aparte, 
más allá de las estrellas.

Tú crees que eres distinto, 
porque te dicen poeta, 
y tienes un mundo aparte, 
más allá de las estrellas.

De tanto mirar la luna, 
ya nada sabes mirar. 
Eres como un pobre ciego, 
que no sabe a dónde va.

Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan, 
por un pedazo de pan.

Poeta de ciertas rimas: 
vete a vivir a la selva, 
y aprenderás muchas cosas, 
del hachero y sus miserias.

Poeta de ciertas rimas: 
vete a vivir a la selva, 
y aprenderás muchas cosas, 
del hachero y sus miserias.

Vive junto con el pueblo; 
no lo mires desde afuera, 
que lo primero es el hombre, 
y lo segundo, poeta.

De tanto mirar la luna, 
ya nada sabes mirar. 
Eres como un pobre ciego, 
que no sabe a dónde va.

Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan, 
por un pedazo de pan.

Atahualpa Yupanqui

24 de noviembre de 2015

La piel eterna


 Estas letras no serán la pinza que extraiga la espina,
sino que la navaja desafilada que ingenuamente
creerá haberme degollado, pues sé que desde hace un tiempo
mi cabeza se viene, ella sola, despidiendo de mi cuerpo.

Estas letras no serán la pinza que extraiga la espina,
tampoco el martillo que la entierre cual estaca.
Estas letras son vacuas,
en la medida que me signifiquen risas
o ceniza a sus costados.

Pero no han de ser, ¡no serán!
Ellas se asientan como pilares pintarrajeados,
y creo reconocer en los trazos que los cubren
otros de años más y más alejados:
el fantasma que recurre a reunir las letras de mi nombre,
los rasgos fundamentales de mi rostro.

Fue así como quise dejar algo sobre mi dorso.
La excusa de su creación como gatillo de un amor no sincerado.
La excusa de su cristalización.

Oh! Hermano,

¿Cuándo fue que te transformaste en sonrisa y yo ceniza a tu costado? 


J. Velado

18 de noviembre de 2015

Poema numero 49




Esta mañana, mi país despertó gritando guerra
Lejos, detrás de las montanas de maletas
En el suelo aun yacen los niños que no alcanzaron responder al llamado de la libertad
Las balas que secamente cortaron sus raíces
Aquí  orgullosamente las llamamos semillas de la paz
Hoy día, las ratas se vistieron de gato
Elocuentemente con lágrimas de cocodrilo
le piden al pájaro que no emprenda vuelo
Ya que el sol dejo de creer en sus hijos
Y envés de alumbrar su camino
Colericamente está quemando cada pluma que se ha dignado a bailar con el viento
Esta tarde, los gritos no han podido despertar el gigante,
y en su nombre se han construido monumentos que pronto destruirán
Los ladrillos caen, como caen mis lágrimas
Pero entre tinta y sangre, la esperanza es lo último que se pierde
Este anochecer, el fuego se quemara a si mismo
Los ancianos le vociferaran antiguos cuentos
Sus arrugas se convertirán en papel,
y sus letras volaran junto al humo de los probables
Ayer, tan solo ayer
Te destiné mis versos
Ayer,
Partiste
Ayer,
Me lamenté por ti…

Cuando hoy,
me lamento por el mundo.

Anonimx

11 de noviembre de 2015

Inmenso cubículo


 Humano plaga es lo que leo
en las paredes de este corte del espacio:
el baño, su silencio y su pausa.
El humano no resulta ser plaga en este fragmento.

¿Cómo así las veces que debes intentar no oír
el bullicio invadiendo los pasillos,
sino más bien descansar
el agua tumultuosa que rebota?

Sería así entonces.
Huyendo de lo que figura inevitable.
Cavando ausencia entre los contornos de cada cuerpo,
creando silencio donde prohibido nos parece.

Pero si lees lo que antes mencionabas
será porque alguien no es capaz de irse,
o de ser sin tener que asociarse.
Mis ganas de llorar son tales,
y no lloraré en este sitio,
pues de nada sirve ver cómo se va

el río a la sangre.

jvv

Manual enterrado, velado


 Que quien vocifere me acompañe a ver
hasta dónde llego dándole color a las cosas,
dándole color al mundo entre las noches.
Dónde acaba la necedad, se trata
de eso pues no hay límites aun
destinados a desgarrar algo más
que solo mis vestiduras.

Que quien cae junto a mi me enseñe
cómo se debe caer.
Lo estaré haciendo mal me he preguntado
más de unas cuantas veces.
O tarde estaré llegando,
porque si bien aun es de día,
hace tiempo que nos ha amanecido.

Lo mismo sucede en cada vuelo:
como si existieran, verdaderamente,
vías por las cuales
se debe surcar el aire.

Pero al final quiero
que quien se retuerce a mi lado
me indique el error
de hallarme sentado solamente.
Estando preso de mí mismo o de mi peso.
Que me invite a olvidar la gravedad
de nuestros nombres o humanidades,
Que me invite a reír simplemente.

Y reírnos, finalmente,

del vacío donde pende esta última letra.

jvv

13 de octubre de 2015

Cuarto de sol

Cándidas observaciones se azotan
contra la progresiva debilidad de tu musculatura.
Entretanto asoma, antes de germinar el llanto,
el eterno cuarto de sol, o fragmento equívoco,
que por tantos años permaneció instalado
en mis visiones y posibilidades remotas.

Que no era sino comodidad, inercia,
escalón que ya daba por sorteado.
Pero allí estaba, siempre, buscando ser luz
en una idea carente de ella.
Buscando ser verdadero, el sol.
Ese cuarto es el que hacia mí ahora se torna.

Y lo hace como si novedades de otras eras
estuvieran arribando por fin a esta parte.
Cargando la incertidumbre arraigada en ellas.
Ese cuarto vuelve, pues hay algo más fuerte
por lo que llega.

Me doy cuenta hoy que aquel largo olvido
donde estas cosas no brotaban,
se debió a la decepción consagrada,
silenciada entre ciertas capas de recuerdos.
La de no ver ese mundo sino como un mero
capricho de líneas, intentos vagos y vanos
por querer retratar algo y no poder.
Por querer vivir más allá de esto.

Decepción... como muchas otras.
Pero aquella no representó una, en realidad.
Porque consistió siempre en mi ser plasmado, incipiente,
genuino en lo erróneo y absurdo de mi acto.
Y de ahí que haya que omitir
ciertos prismas que a ratos nos traicionan.

Ahora, después de varios escalones,
puedo decir que el resto de sol que faltaba
más allá de esas puntas enroscadas,
era mi propia vida intangible.



jvv

4 de octubre de 2015

Recordari

Desde el primer segundo en que dejó de verlo quiso regresar a buscarlo. Andaría en su camino diciendo que allí, al final, seguía vivo. Vivo como siempre lo estuvo, sentado esta vez y charlando en un comedor.
Aunque solo alcanzó a distinguir su tronco y su gran cabeza, eso bastaba para sentirse seguro de su existencia completa. Se hallaba conversando como siempre, comiendo y bebiendo vino, más tranquilo que antes. Y ahora que no podía verlo, se contentaba con la certeza de que vivía, allá o en otra parte.
Cuánto tiempo pasaría hasta un nuevo encuentro. Ni si quiera sabía si alguna otra vez volvería a escuchar su voz. Pero iba a estar allí, de todas formas.
Sentado o bailando, siendo imagen latente.
De repente un caudal oscuro nos sorprende desde las paredes que parecían albergarnos. Es rojizo y espeso. Pero se siente bien ahora que nos impacta. La piel se refresca en esta inmersión. La mente parece estar siendo barrida, aseada.
De pronto, la imagen del primer encuentro vuelve a ser otra, la misma, pero más lúcida y brillante. A veces más aburrida y borrosa, pero al fin y al cabo es. Y escribiendo como a veces, jadeando está él, o asaltado por el sueño. Permitiendo la existencia de figuras ambiguas.
Porque si no se halla entre letras estaría entonces dormido, con lo ojos pesadamente cerrados, encontrando a su abuelo, distinguiendo su cabeza y sus ojos apacibles por sobre la copa de vino.
Luego el idiota volvería a jadear.


jvv

10 de septiembre de 2015

Probabilidades

El otro día estuve pensando un poco en la vida de la gente, y en como todos le dan un valor distinto. Ya sea porque todas las personas son distintas, o los caminos que toma cada uno divergen constantemente. También podemos relacionar esta capacidad a la ineficiencia del humano al compartir directamente, utilizando un lenguaje como medio, y abusando un poco de la interpretación de pasada. Lo importante es que hay muchas maneras distintas de verlo, muchas posibilidades.

Es ahí cuando pienso que, al fin y al cabo, la gente no es algo en realidad muy particular. Es cierto, vivimos en un ecosistema, en el planeta Tierra. Desconocemos la existencia de vida fuera de esta y consideramos que debemos cuidar la vida como algo preciado. A veces la sociedad, el resto de los animales, todos los vegetales e incluso cada una de las bacterias que viven en nuestro mundo, nos pueden hacer pensar incluso que tenemos algo especial, algo que nos mueve y nos permite idealizarlo.

Pero si dejamos eso de lado, no diría que somos especiales. Creo que simplemente somos.


Prometeo

6 de septiembre de 2015

Planos

La guerra es evidente, y nxs insulta a cada horizonte. El sol ilumina a todxs por igual, y las manos siempre se han calentado por su centro. ¿Cómo es posible entonces, no poder sentir lo mismo al sangrar y ser heridx?
La vida es la única palabra por escuchar, transporte de todo destello, suspiro de alabante manto. Si bien la solitariedad rehuye, aún así nxs despierta a gritos.
La verdadera línea acecha nuestros corazones y se despide tierna, en cada atardecer.
"Si no es hoy, será mañana."
Nosotrxs, ilusxs, seguimos con la esperanza de que aquél día nxs descubrirá. Por mientras, mantenemos tontxs nuestros disfraces.


Anónimx

O.

Del brote había sido despojado, 
no me quedaba tinta por derramar 
Mis manos estaban rajadas a cada línea, 
y la piedra era lo único que adentro poseía. 
La piedra se había apoderado de cualquier desaire, 
a cada paso, a cada peso. 
Una vez la tuve en la garganta, 
a punto de vomitarla por siempre, 
con Dios a mi amparo, 
pero ni eso logró arrebatármela. 
Me la tragué lenta y sin reparo. 
En otra ocasión la tuve en mi pecho 
encajándose a cada respiro, 
hundiéndose bajo cada llaga. 
La piedra susurraba muerte, 
y el susurro lo hacía propio, 
de pensamiento a sueño. 
Aunque no morí ni hoy muero, 
el miedo fecunda, 
el miedo que la piedra desplace al corazón, 
si es que en las horas del insomnio, 
no lo ha hecho ya.  


Anónimo 


31 de agosto de 2015

El día es un fierro

El dia es un fierro, y de hielo,
Una arpía cruda y maloliente repleta de escarcha,
Un par de guantes plásticos, un dado transparente,
O un montón de hormigas en la aorta.

Un paraje de plata, un pétalo triste saludando al sol,
Al beso último del muerto,
Al pavo real inocente, crepuscular y absorto
Mirando con dulzura al gusanillo que se esconde
Paranoico en la tierra.

El día es frío, elegantemente frío,
Con túnica rosa y voz de ciruela,
Extiende un manto caoba de multitudes de
Palomas lilas en la atmosfera infinita – (suspira un detente)-
Que es humana,
Metafóricamente humana.

El día que en un santiamén es puro hielo,
Hay una esperanza gris que resalta como rosa,
Bajo el primero o el último rayo de un triste sol
De vil agosto,
caía, sumiso y taciturno, el rocío
púrpura de un montón de diminutas flores.

El día, debía acabar, se tenía que acabar,
Eso iba a suceder, como un pájaro que muere solo,
Pero los muertos se me quedan en las manos,
Respirando cautos y asustados.


Hi 

Pájaro muerto

Hoy estoy sin ti, de nuevo.
Veo consumirse lentamente el carbón de la estufa
Y su calor es sangre.

Me inclino a él con los ojos cerrados
Y me tiritan los párpados.

El fuego que allí arde; melancólico y viejo
Conserva mi infancia donde tímidamente
Quemaba el queso añejo al lado de mi abuelo
Que ahora es tiempo.

Tu ausencia hoy no es puñal,
Ni herida,
Ni lápida.

Vuelvo a revivir el fuego con un tibio soplido,
Y así como todo se incendia de nuevo
Arde con triste espanto
El recuerdo de tu presencia
Que pronto será ceniza, pájaro muerto.


Hi 

Un montón de torpes pájaros

Ahí afuera hay un montón de torpes pájaros
Posados en la copa de un árbol muerto,
Revolotean y figuran ser ceniza que dejó el otoño,
O un puñado de plumas que despojó un cisne negro.

Se miran incrédulos y no poseen escrúpulos
Para molestar a aquel árbol muerto.
Viles canallas, son epitafios de carne y plumas
Posados en las alturas de un árbol que fue y será frondoso.

El aire los agita. Tambaleándose
Se entrecruzan con el viento y parecen
Bailarinas mancas o gladiolos marchitos
Desprovistos de piedad con aquel esquelético abedul.

Un torbellino los eleva al vuelo,
Pero es efímero el tiempo de su andanza y
Vuelven graznando o como riendo al follaje lapidario que
Les sirve de aposento y fetiche mortuorio.

Tristes pájaros, grotescos hasta la médula
Son la única rosa que nos deja el invierno,
La savia de ese abedul sombrío y pálido,
La belleza metafísica del musgo.


Hi 

Tiempo

el tiempo es algo pasajero,
es como la corriente que pasa por un río,
como la canción repetida amada para luego odiarla,
no espera a que esté listo; por eso en su vida todos mueren,
es como el cliché más vale tarde que nunca;
nunca fallar, re-escribo en mis memorias pero qué sucederá?
quién encontrará este cadáver de palabras ya muertas por esperar?
le escribo al tiempo; el mismo que pudre mis pensamientos;
el mismo que hace que ame estar más cerca de una muerte;
el mismo que hace que esté mas vivo que nunca.

Nicolás Katriansky 

28 de agosto de 2015

Soslayo

¿Quien será el siguiente en caerse de cabeza?
Ya mis dedos vigilan simetricamente al anterior, o a quién se atreva a anteceder el acto, o la voluntad de estos tiempos. Ya no conozco a nadie que se escape de la vista, ni el mínimo centímetro que de las líneas se haga sombra. Y sigue siendo ficticio, como si la forma fuera primeriza en el momento. Y el cansancio que ya nunca llega, y que a la vez pesa, pero en otros términos que rehuyen las verdades. O miedos de verdades, o cualquiera de esas varas que buscan enderezar, o palabra que se vuelve costumbre, como un espíritu animal. Nunca entendieron a los bosques, razones de abnegado.
El que vive esbrutes desliza sus candados.

O'2|3'

27 de agosto de 2015

Más allá del pulso

Ayer hablé por teléfono con mi mamá. Hablamos durante varios minutos, veintinueve si mal no recuerdo. Le pregunté cómo seguían sus dolores de cabeza. Ella me contestó que había ido al doctor en la semana, y que éste le dijo que era posible que el café le estuviera provocando tales jaquecas. Cafés y estrés.
Ella me dijo que los dolores le venían por lo general los fines de semana, cuando ya sin preocupaciones del trabajo, no tomaba café. También me dijo que en cierta medida sí estaba un poco adicta al café, pero que ahora pretendía disminuir sus dosis.
Me sorprendió sólo un poco. Me la imaginé de inmediato con su taza de café matutina.
Le dije que por qué no dejaba de consumir café y listo.
Pero me respondió que no quería, que por qué tendría que cortar con algo que a ella le gusta. Dijo que para ella, es placentero tomarse un café, y no iba a restringir ni coartar su deleite.

"Y yo que he olvidado tales sensaciones. Fue pasando el tiempo y dejé de disfrutar lo que en algún momento de mi vida disfruté. No sé cómo fue pasando, o quizás siempre lo supe, pero sólo ahora me vengo a dar cuenta. Obsesión de apartar al hombre del humano. La mente es poderosa, y ya casi totalmente obra: reproduce asco y en asco se convierte la inmaculada suciedad. Hambre de carne que se convirtió en recuerdos de esclavo, en ignorancias pasadas. La cosecha trae tantos frutos como plagas. Y yo en rata me he convertido, rata del rehuido social y del miedo civilizado. Mis manos ya no saben tocar y sólo tiemblan cuando olfateo lo que hoy es mi comida. Alimentos desechados del orden, recuerdos húmedos de vergüenza, o venganza.
Mi mamá me hizo pensar sobre el placer.
Y traté de acordarme hace cuanto no disfruto algo.
Algo que se escape a la simple supervivencia."


Anónimo


...

Asumo que asumes que esto es un poema. Te equivocaste, pero no completamente. Mira, haré lo siguiente, escribiré unos cuantos versos para saciar tu hambre de "arte" y luego diré lo que tenia que decir.


La luna se equivocó
alumbró al hombre equivocado
hoy, la brisa me llevó a una tarde fría
y frente al mar, las olas me invitan a la eterna labor
de romper rocas a punta de versos


Tristan 

Noche de invierno

Invierno, culto al fin de la fría brisa de la época,
son ramas desnudas ante la inmensidad de tu color
en mi concepción de la mente en olores de una planta;
planta que me precipita, me convence en que te piense,
en que tus cándidas curvas tropezaran en mi,
donde destruiste mas que la falta de fuego,
lo pienso, te siento,intento.

Nicolas Katriansky 

Frente a la ventana

Él recogió la navaja que llevaba ella. Ella la había usado para podar las rosas de la maceta. El había estado todo el día mirando por la ventana en aquel sillón morado. Ella fue quien abrió. Pero en verdad abrió él. Ella había estado sentada en el sillón verde mientras él leía el periódico. Era un niño quien atendió la puerta. Una pareja fue quien había tocado. Era él y ella. ¿Qué es lo que necesita?. Preguntó ella al niño que había tocado la puerta. Él aún estaba sentado frente a la ventana. El periódico mostraba una fotografía de unas rosas. Ella lo había asesinado frente al sillón marrón. Habían sido encontradas en la playa. El niño había sido asesinado allí. Las rosas blancas se habían impregnado con la sangre de ella. Él había conducido hasta la playa. El niño había ido con él. Cuando acompañaba a ella, el periódico informaba sobre un accidente. La playa estaba como titular del periódico. Ella dejo la navaja sobre la arena. Él estaba en la selva y ella frente a la ventana mirando a un niño con una navaja. El niño había visto a un niño mirándolo por la ventana. El periódico estaba en la ventana. La fotografía de una ventana estaba en el periódico. Por la ventana se veía el cuerpo de él, en la playa. El mundo giraba. En la playa se veía la sangre del niño. Asesinado por él. Aunque ella lo había asesinado a él. El reloj se había detenido y ella estaba en él. Él estaba mirando por la ventana. Él había muerto. El accidente había ocurrido mientras ellos estaban sentados en el sillón.

Nicolas Portales 

8 de agosto de 2015

Pantano

Iba tropezando de vuelta a mi casa,
pateando lenguas de agua,
aplastando masas de algo que solían ser
de mis pies las plantas cansadas,
remotas en su hartazgo de recorrer veranos.

Luego sentí murmurar mi espalda,
pesada y arqueada por no ser yo,
que cuando cree estar erguida
solo está acostada. Dormida.
Ausente siempre y demasiado
distanciada de mi pecho.

Andando, de pronto me detengo
en lo que veo y un rumor de decepción
refresca mi cuello,
por más envuelto que esté.
El cuerpo por más habitado.

A toda velocidad (y fuera de mis pasos)
mi voluntad empieza a temblar.
Ya no importa si todo mi silencio se apoya en mi mano
o si ningún ojo se ha cerrado todavía.
Afuera está volviendo a llover.

Finalmente, llegadas mis cargas y yo,
me dispongo a caer sobre el colchón,
a caer muerto junto a mis huesos,
como si mi nombre rescatara en su símbolo
alguna sangre viva que no se detendrá.

Y ella cree no detenerse, no poder descansar.
Pero yo siento que me estoy empantanando
y alejando de vértigos que quise tener.
Afuera sigue lloviendo.


jvv

Bomba de Tiempo

se arma con ansias éste ruido
silencio se rompe de un crujido 
volcán activo suma sus motivos 
en santiago nacido lanzando esta bomba 
del tiempo explota en tus oídos 
artefacto minucioso colectivo 
de momentos construido 
son paisajes del tiempo que se han reunido

a veces me encuentro lejos de todos hasta de mí 
recorriendo mis huellas entiendo porque estoy aquí 
comprendí que nunca es tarde y me sumergí 
en papeles cuando crear algo pretendí 
no dejaré de insistir
no se espera comprensión
escribir es un arma
y se expresa en canción

BOMBA TICTAC EXPLOTARÁ EN TU MANO
BOMBO EN ZIG-ZAG AHORA SIPO HERMANO


Tré

28 de julio de 2015

A un mes

A un mes.....el tiempo pasa, nuestras carnes crecen y se marchitan como las flores en otoño, a un mes que dejabas de sonreír, hace un mes que la vida daba vuelcos tras vuelcos para encontrarnos con la oportunidad de tocar tu fría cara y despedirnos por la eternidad, .
A un mes, mi mente piensa en ti cada día para formar un camino el cual me pueda llevar a lugares maravillosos, llenos de emociones y sentimientos, y tú, Bueno tú siempre estarás junto a mi mirando las estrellas que brillan sobre mi cuerpo terrenal.

Creo saber que todo lo que diste fue para hacer de nosotros mejores y cada día me cuestiono si hago las cosas de la forma correcta o aunque sea de la forma esperada......
a un mes....me siento como un hombre pero a la vez el niño que suplica por una caricia, a un mes más lejos de tus besos forjo mi vida tal como el gran arquitecto creo nuestros caminos con sudor y esfuerzo, lograré lo que siempre quisiste tanto por ti como por mi.......
A un mes solo queda descargar mi mente en estas letras vagas que nacen de lo más profundo del corazón.


Arlecchino

27 de julio de 2015

Mediana

Me he inquietado entre dos orillas,
como un río, por estos años,
por estos días.

Me he inquietado en la duda
de si nuestro paso es una imprenta
vital en este mundo,
o si todo lo contrario:
uno donde el ayer
diverge del hoy,
aquel donde el luego
dista de este instante.

Pero no es vital
sino la segunda orilla,
la cual conserva en su fango
huellas de todo tipo y toda forma,
donde ninguna es idéntica
a la que le precede.
Pero para hablar de vida en éste,
el borde del río que se esperanza,
hay que conocer el de enfrente.

Porque esta orilla vital solo es
por el clamor que reverbera,
debajo de una tierra más seca,
que se alcanza a oír,
y que suena a existencia.
Por el llamarnos algo
como seres humanos.
Pero donde los caminos
y todo lo marcado a lo largo
de esta parte del río
parecen estampas
de lo predecible y de lo cotidiano.

Y me hallo convulso
porque he querido encontrar
la primera, desesperado ya
de ver cómo se van repitiendo
las piedras con las que he tropezado.
 

 He saltado hacia ella
y caído a medio andar,
a un gran caudal de dudas
que vienen y que van,
que me son innecesarias,
de todos modos, porque
mis brazos están cansados
de tener ellos que salvar
mi propia vida, mi anterior,
y espero solo anterior
existencia.

Esas dudas que arremeten,
llegan también desde allá.
¿Será lo que se cree?
¿Será lo que se quiere?
Mientras empiezo a preguntarme
respecto a mi inicial deseo,
las piernas que traía conmigo,
que cargaban tierra siempre,
que es la tierra del siempre,
comienzan a pesarme,
a hundirme a mí y a mi nombre,
a mi cabeza, mi cuello.
En fin, a todos esos
que también han sido yo,
en aquella lejana, extrañada
y extraviada orilla.

Y ahora, sostenido en medio
de una gravedad acuática
y melancólica, creo no poder llorar, porque este río
es suficiente intensidad
o muy poca.
Entonces he de esperar
a que se seque,
para que mis pies,
agobiados de agua y cansancio,
marquen por fin, abiertos y libres,
sus huellas mellizas
en este nuevo surco.


jvv

15 de julio de 2015

Mi vida no es facebook.

Y giramos la rueda de la "vida",

enterándonos del cotidiano de los demás.

Giramos y Giramos la rueda de lo diario y cotidiano pero realmente no salimos de una imagen perfecta, giramos la llave del destino,
giramos esta rueda cobijada de falsas o ciertas historias.

Bajamos por un muro de conflictos y alegrías ajenos a nuestro regazo,
el cual nos llena y por el cual tanto expresamos ideas, pero poco realmente actuamos.

calcamos mensajes de bocas que no sentimos,
argumentos que se lleva el viento empolvado en el tiempo,
nos desenvolvemos en relatos banales de contratos militantes o de espejismos pintados en sueños sin soñar.

Pero nada importa por que la rueda continua girando y con una mano navegamos sobre efigies disfrazadas o hasta dominadas.

Buscan la felicidad dentro de un formato heredero de lo sedentario, pero la rueda gira y gira cada vez más.

Acondicionamos nuestros dedos sobre un piano sin notas, la labia se esca sobre una opinión tildada de "me gusta".

Libremos nuestras manos de estos grilletes sentenciados a condicionarnos a no estar solos , a no pensar en un ¿quien soy?, a no abrir los ojos para palpar nuestras propias almas.

Blandeemos nuestros corazones y aprendamos de nuestra propia piel, de nuestras caídas, de nuestro placer y de nuestro llanto.

No estropeemos nuestros frágiles pensamientos sobre aquel monitor de seducción basura de información que poco da para pensar.

Salgamos y recorramos los suburbios de nuestro ser, pintado por la lluvia del saber, bebiendo así de este brebaje sin perecer.

Busca tus respuestas en la luz de tu camino por caminar, y las preguntas plasmadas en las huellas que quedan en conversaciones por conversar.....mientras la rueda del ordenador por fin deja de girar


Arlecchino 

10 de julio de 2015

Letra una

unos pelean por poder otros corren por comer
 es el histórico des balance
 que se hace ver

aprender del ayer 
escucharlo verlo comprender 
que el tiempo rápido ha pasado 
y no se va a detener
ante todo agradecer
 a todo cercano ser
que ha acompañado
a esta persona en su crecer
hace siglos
que la cosa viene mala
alambres de púas dividen
dejando a unos con tierras
y a otros sin nada

nacen jerarquías infundadas
fronteras inventadas 
y luego bombardeadas 
por conflictos entre quienes 
no van a la batalla 
ya que su posición de autoridad 
les tiene la vida salvada 
en lejanas montañas 
como es el presente 
aquellas lógicas 
se ven replicadas 
permanentemente 
unos pelean por poder 
otros corren por comer 
pero millones luchan 
por cambiar aquella 
suerte 
fuerza aguante 
a toda aquella gente 
que va con la 
alegría de la vida 
más no con una 
derrota asumida


Tré

6 de julio de 2015

Diagnóstico

¡Cuánta turbulencia
la que no ha permitido el errar calmo
en este patio!
Pero sí en su habitación,
En la del joven
que se ha alejado de sus padres
y hermanos.
A veces más de uno,
a veces más de los otros,
recluido al final, pareciera ese rostro,
o cansado a esas alturas
de sollozar, de sollozar en vano.

¿Será que no halla un lugar
donde poder vivir sus labios?


¿Será que solo es eso y eso es todo? 


jvv

3 de julio de 2015

Duda

Ayer no dormí nada. Ni siquiera un sólo minuto. Fueron mis ojos que se desvelaron, y que en rebeldía nunca dieron paso a dormitar el pensamiento.
Pero no los culpo. No es menor la nocividad de los días.
Por la mañana, escuché más pisadas de lo habitual.
Hace unas semanas había perdido ya la cuenta, y parecía haber olvidado la fecha exacta del gran día.
Pero cuando entró el jefe de la torre a mi celda, con un lápiz y un cuaderno a mano, me di cuenta que ya era tiempo.
Se me informó que hoy después de almuerzo sería la ejecución.
Y me preguntó qué se me antojaba comer antes de morir.



Reo 12 

No-trance

Ya no quiero caer en la misma profundidad de siempre, no quiero volver a embarullarme bajo el mismo divagar insano. No quiero engañar a nadie más, ni menos que se malinterprete cualquier consensuada precisión. Es más, trataré de ser lo más explícito posible, aunque en su momento no me permita a realmente serlo.
Y qué más pertinente que partir contando que no sé por dónde partir. Que debería todo ser tan natural, y tan sólo dejarse llevar, fluir. Que los segundos se comprendan por sí solos, que no tengan que cumplir con tal grado de gravedad intrínseca, impidiéndolos así, de completarse e integrarse. Mi Yo inevitable, piensa concienzudamente en el inicio, en cómo uno puede saltar sin temor a la caída siendo simple peso muerto, en cómo desencajar las incoherencias. Fácil dicen todos,  “sólo hay que dejar de pensar”. Y claro está, que si fuera tan fácil, simplemente uno no pensaría en como saltar, ni en cómo desobstaculizarse, sino que se escabulliría sin más entre los cordones del viento, se convertiría uno en agua siendo recoveco de mar, o suspiro de río, o arderíamos incesantes hacia los fríos cielos.
Pero, pausa. Siempre las hay. Todo parece estar replicado, condenado a un sometimiento general, a una búsqueda infructífera de sentidos, mensajes, señales, azares y calces. ¿Y qué consecuencias trae tal nivel de maquinización? Avanzar a ojos cerrados es imposible, manar en el ciclo es aterrador. Cierto aire de miles habita mi cuerpo, me susurran, se convencen, se empoderan, me relevan, y se resisten, bravos, a cualquier intromisión del presente. Y el que la paga, son los días, que parecen no vivir, como si me sustrajesen de ellos mismos a otros días u otros presentes paralelos.

Todo irremediablemente es falso. Lo que he dicho y lo que diré. Puede que sean posibles respuestas pero en la oscuridad, yo releo, rescribo, y me declaro en desacuerdo. 



Retrevarta 

2 de julio de 2015

Caos en la mente

Estoy cansada de esta insatisfacción, resentimiento, apatía y egocentrismo de estúpida niña tercermundista obligada a vivir en un mundo falso y enajenado, mala copia del sueño americano. Mis problemas propios de la fragmentacion no me dejan dormir y me quitan la tranquilidad, no me interesan los problemas sociales, tengo poca esperanza en la sociedad, a veces finjo preocupación e interés hasta el punto de creer que realmente me importa, pero en el fondo siento que son causas perdidas y que la vida siempre sera una mierda para cada uno de los habitantes de este planeta.
Ni la educación gratuita y de calidad
Ni sueldos dignos para todos.
Ni la legalización del aborto y las drogas.
Ni el matrimonio homosexual.
Ni la autonomía para los pueblos originarios
Ni el fin del hambre y la pobreza.
Ni vivir en un planeta limpio
Ni el respeto a la tierra, animales y todo ser viviente
Va a hacer que el mundo sea feliz, ninguna utopía podrá darnos satisfacción, ni a mi ni a nadie. Todos seguiremos creando mas y mas problemas estúpidos, porque necesitamos el caos y la autodestrucción, porque es parte del ser humano, porque estaré siempre lamentando mis problemas, porque esos problemas me importan mas que mi felicidad.


Apatía Preocupada

14 de junio de 2015

...

De forma dialéctica mando una señal en respuesta de mi grito opacado entre las breves palabras del yo de otros, donde no existe dios mas que el ensimismado de los horrores de su cuerpo mente y submentes que pretender levantar este aberrático cántico lleno de exaltos y problemas, soluciones mas que disparar en dirección contraria a él a mi o cualquiera que sea, destruyan sus cabezas floreciendo en oscuridad producida en luz, proyecta.


Cinatran

7 de junio de 2015

XIII

Me pregunté cómo sería correr sin parar, simplemente nunca detenerse en el tiempo.
Tiempo. Perdí.
Lo pienso de nuevo sin que nada salga provechoso de las palabras que intentan transmitir el susodicho mensaje. 
Vuelvo como si nada, me miento en las reglas de la ingenuidad personal, me invalidan los mudos que corrigen.
Hay que centrarse en la vida, y por eso salte a un punto aparte. Vamos vamos vamos gritan los desesperados guardianes del sentido.
Tienen miedo.
Se huele.
Ahora un respiro para al que se le había olvidado, a despertar los pistones de la memoria.

Es la última cena.  


Reo 12

6 de junio de 2015

A.A

Le eskribo a todxs lxs nadies que quieran atender,
yo x mi parte me limito a vivir kon el silencio ke me embargue,
y que karguen los que karguen los pesos de lxs mudxs,
yo ya fui uno en el pasado oskuro,
ahora a otrx ke le toque,
es difícil, perturbante, pero es brote,
y todo lo ke brota es vida, dijo la epifanika ke se aparece en los días.
Y aunke maleza krezca y malicia fluya,
todxs somos mojadxs x la misma lluvia,
asike no enseñen más indiferencia,
ke no se eduken más mákinas de oídos sordos, de mente floja,
o sino kualquier dirección que se eskoja,
la única koja va a ser nuestra tierra.
Ella va a ser la herida,
la violentada, la que kieren explotar x un par de años y dejarla tirada.
¿Y para ke? Para unos pesos mas, y unos pesos menos,
x ojos cuadrados ke se mueven x veneno.
Bolsillos llenos, klaro,
pero korazones vacíos,
de la mente ni hablemos, el pensamiento hace rato está podrido.


A.A

...

creo que pasamos demasiado tiempo preocupándonos por estupideces.
hace poco comencé a pensar en la muerte. En el hecho de que esta historia que aun no esta escrita ya tiene un final común y es compartido por cada ser humano.
creemos que estamos todos en el mismo canal, conscientes de la misma realidad pero creo que solo podemos avalar por nosotros mismos, solo hay que tener fe.
confiar ciegamente en lo que sea que nos permita dormir de noche.
creo que todos sufrimos, todos tenemos miedo y creo que no sabemos nada. YO NO SE NADA!
creo que un gran error que hago es compararme con los demás, que imbécil!
cuanto tiempo perdido
a vivir!


Alfredo Molina

.

Los ojos se adaptan a los espacios oscuros de la imaginación


Anónimo

Letter W

Where will we wonder
willingly with wonderful worries
Will we where with wild windows?
Whats worth waiting wildly with women
we will win without winds wilingly
withdrawl whenever we wait


Alfredo Molina

5 de junio de 2015

La celosa

Trae las flores
porque ya nos vamos,
a ese oscuro parque
del silencio espeluznante.
Afirma bien tu pelo
para que te veas triste,
y así los muertos
no te molesten al llegar.
No lleves tu bolso
porque no lo necesitaras,
recuerda que esta noche
tú no vuelves al hogar.
Con las manos llenas
de suave tierra quedaras,
y tu llanto de maraca
nunca más se escuchara.
Ya me dijiste que no,
que tú no quieres ir.
Pero entiende querida
que ya me harte de ti.



Esteban Rodríguez

30 de mayo de 2015

Más allá que el antes de ayer

Las imprecisiones quedaron obsoletas,
y una vez más, vivo con la mochila apareada a la espalda,
los días son fines antagónicos,
y el reloj dice marcar el presente exacto.
Doy la primera pisada y ya me esperan los cañones,
de pie bailan en mi perseverante renuncia,
celebran llorando la llegada venidera.
Un dos tres por el camino que nunca brota,
mal de las piernas ficticias que ya se cansaron,
aquí en el más acá, todo es posible,
brillan los colores, burbujean los inquisidores,
y el pensamiento arrepentido, la horca se lo lleva.
Así que atentos los detectives encajavidas,
un comienzo sin final, es un eterno espiral.
Por ende, que no se piensen equivocaciones
YO NO SOY POETA,
YO NO SOY UN REAL ESCRITOR,
Pero eso no significa que lo que he escrito sea falso,
que sean simples papeles que naufragan en el inevitable derrame.
No,
al final esto es la misma sangre,
son los mismos brotes de mi vida.
Y lo que florezca después, es historia aparte,
que si grito a oscuras, es porque no hay luz,
y gritando creo poder ver,
y veo,
casi todo tan claro como el agua.
Y si en un pasado le canté al amor,
fue porque estaba enamorado,
o por lo menos creía, o quería, estarlo,
si de chico siempre me decían que amar no cuesta nada.
Pero costaba.
Costaba como las membranas que he ido desprendiendo de mi piel,
esas hojas que sin el otoño, también han caído.
Cortándose, trizándose, integrándose.
Estas hojas, estas hojas son el mosaico de mi cuerpo,
son los suelos que acogen mis bosques.
Soy yo y ellos,
soy la cueva del zorrillo, soy el nido de mis arañas,
soy todos los pantanos de los sin pies que se retuercen en el barro.
Soy todos ellos y soy ninguno,
ya que la Impermanencia y el Desapego han desfigurado mi cara,
y la única suerte que me queda,
es que el corazón siga intacto.


V.T.







25 de mayo de 2015

Santiago

Santiago, Santiago. Frío Santiago mientras camino en dirección al paradero. Mejor tomo el metro, más calentito... Quizás ya cerró. "Los Presidentes" no es una estación cualquiera, creo que acá la mayoría de mis compañeros de universidad se perderían o desorientarían. Está más helado que la cresta y aún no recuerdo por qué estoy en este lugar. A veces hago cosas que no tienen mucho sentido, como tomar la micro equivocada, pasarme de Santa Isabel en el metro, ponerme a escribir cuando no tengo ganas o fumarme un cigarro en menos de 40 segundos (contados con los dedos). Anoche, por ejemplo, la llamé para decirle cuanto la extrañaba pero antes de que pudiese contestar le corté. También compré una botella de agua mineral... Sí, agua mineral y sin gas. Qué mierda, pensé. Podría haber tomado agua de la llave e imaginármela con algún sabor estrambótico (palabra culeada). Setecientos pesos a la basura, igual estaba heladita. A veces hago cosas sin sentido en esta ciudad, como creer férreamente que algún día despertaré y no habrá desigualdad ni pacos sacándole la chucha a los cabros hasta matarlos. Hoy presioné, con esa ilusión de pendejo de diez años, el botón para que el semáforo cambiara de rojo a verde. Por supuesto, no cambió. Nada cambió. Bueno... Algo sí cambió. Mientras estaba sentado en el piso entumeciéndome la raja y escribiendo esto, un niño pasó por al frente mío y se interesó en mi cuaderno, luego le levanté las cejas en señal de saludo y él correspondió, sin soltar la mano de su mamá. Listo, estoy pagado por hoy.

N.G. 

Cigarro

Ese era mi problema. Lo vi tirado en la tierra a un costado de la calle, derrotado, acabado, consumido por dentro. Sentí las pisadas sobre sus vísceras como si me apretaran las costillas, como si ahogaran aquel grito ficticio de eternidad. Su cabeza estaba totalmente ensangrentada, teñida de olvido y coloreada de un efímero placer irrepetible. Se había convertido en basura de por vida, sin derecho a sepultura. Incluso presencié como aquella asesina le regaló apenas unos minutos para conversar algo sin sentido y luego despedirse, lo dejó y se fue sin mirar atrás. Ese era mi problema me puse a pensar, cuantos más como él en este sucio parque. Santiago estaba lleno de cigarros desalmados pero este sin duda tenía el lápiz labial tatuado.

N.G. 

21 de mayo de 2015

ǂ

Perplejo, pero el futuro se ríe
De este cuerpo mío, paralizado y temeroso.
Perplejo camino sobre mis pies errantes,
Que son lo más próximo a la Tierra
En esta larga vuelta a casa.

Como si de enfrentar lo más espantoso
Se tratara, aunque mi piel no ha empalidecido,
Pero mi mente se ha resquebrajado.
Huyo de aquella, que no es solo causa,
Sino mil pedazos de un espejo en el aire,
Imposibles ya de reunir.

Solo habrá que salvar el rostro reflejado.
Llorando todo lo que pueda, porque nadie
Vendrá a hacerlo. Ni el tiempo
Por el mero tiempo, ni ella en su llegada
Ni otra cosa que me haga variar de asunto.

Las fisuras se corrigen y ahí es donde yace la vida.
Son las manos las que rescatarán su cara,
Es el silencio el que rescatará las palabras.
A puertas cerradas, solo a puertas cerradas
Vendrá la solución (o el problema).
Mil estrellas habrán caído para nacer.

Entonces nada es en vano,
Y por eso este cuerpo servirá de algo.
Ni el desasosiego ni todos los cordones restantes
De una sola cara visible serán olvidados.
Porque la posterior memoria
Solo sabrá de fisuras reparadas,
De nuevos y sólidos cimientos.

La inquietud inmediata se torna compleja
En este espacio reducido de poca luz
Y hervor. Cólera.
En esta pequeña calle abandonada,
Porque así lo he querido,
De luces anaranjadas que de a poco comienzan
A apagarse.


Pero la esquina parece estar iluminada.


jvv

5 am, habitación Santa María

Tendría que acabarse todo
Desde la boca de tu estómago, así
Sin más, viéndome viajar al fondo
De aquel vaso que se precipita
A morir.

Tendrían que nacer las cosas nuevamente,
A cambio de caer rendido
Ante el yerro, la masa
Y un tinte gris que se impregna
En mis párpados y dedos.

Tendría que ser, después de esto,
La balsa que naufraga,
En medio de un mar furioso,
La que ha de venir
Y salvarme.

Tendrían que apagarse las miradas
Que me encandilan a pesar de la niebla.
De madrugada, y un pilar
Entero de amargura se erige
Sobre mi pecho.

Tendrían que sobrevivir los barnices,
Opacos ya de esperar,
Y de cubrir la cara distante del sol.

Que ya no es sol,
Sino mi cabeza degollada
Por la navaja de siempre.


jvv

20 de mayo de 2015

...

Volando cayó en cuenta de la pequeñez de su universo, de la ironía de lo infinito.
Siguiendo el camino marcado por las pisadas de los eternos antepasados advirtió el instinto gregario. Y de que el eterno fragmento de totalidad que la habita nunca se colmará. Se percató de que la verdadera victoria no es seguir corriendo, sino que reside en encontrarle un sentido a nuestro andar absurdo.
Ahora que me encuentro parada en medio de la calle, que los autos chillan y que ya ni reparo en quién me he convertido, me pregunto: ¿Me acompañas?


                               Diana O.

A: Gustavo@voeliso.com

 Éramos dos  postes de luz contiguos
Que corrían tras los emails de los centros de inteligencia militar
Para interceptarlos y leerlos hasta dormirnos de asco al amanecer.
Fastidiosos como audífonos enredados,
O mejor dicho como planetas borrachos dando bote,
 Cambiándole el look a la constelación.

Traviesos pero llorones;
No nos importó hacer una pataleta en público
Cuando nos dejaron plantados los ideales en el bar siglo xxl
-que sitio más desagradable
Hasta el vino tenía gusto a neón.-

Y ahora que no te veo en las pasiones humanas
Ni en las necesidades biológicas
Vale rayar por todos los paraderos;
Que no hay adaptador que me configure
A realizar nuevamente aquellas cosas que hacíamos  juntos.
Pero sé que era necesario que te extrajeras,
Lo entiendo tanto como a tu-humor tolueno,
Y es lógico, siempre hemos compartíamos el mismo sistema operativo.


                               Golondrio

Amaia contra el mundo

Amaia es obligada a vivir…

Observa atenta cada mueca del mundo,
No comprende si quiera un color derramado,
Se sorprende con el ruido del miedo.

Abre lo más que puede sus dos universos negros,
Para buscar el ser y el sentido de su existencia.
Empuña con fuerza sus proto-manos,
Como reprobando al mundo agrietado que la recibe.

¡Y llora pidiendo de vuelta el cálido silencio!
¡Y grita rechazando el contrato social que está obligada a firmar!

Amaia, te veo tan indignada,
Escondida entre las ramas de tu madre.
Te siento tan desolada,
Indispuesta a caminar por el camino único que se te presenta.

Y estas en lo cierto,
Tienes razón en tener miedo…


                               Golondrio

Complejidades

Hay complejidades de diversos tamaños, las macro complejidades se debaten en macro salones por gente macro idiota. Las pequeñas complejidades que aquejan a este simple ente miope son de índole extraña. Y es que lo dificultoso de mi día se centra en no poder leer poesía en silencio con la voz de otra persona cuando mi voz interna ya me deprime y se desmorona a pedazos dentro de mis vísceras. Lo dificultoso de mi día es llevar el conteo de los pasos dados en el día debido a que siempre creo que la pierna derecha es la que más camina y que la izquierda en algunas ocasiones lleva un número abismalmente menor que su compañera. Lo dificultoso del día es lidiar el día entero con dolores óseos que se enfocan en morderme la espalda, las caderas, los pies. Sufro de ellos como lo haría un anciano demacrado y deforme, postrado en su cama tumba, con la diferencia que yo aún puedo correr o simplemente ignorarlos. Lo dificultoso de mi día es recordar mis pesadillas y mis sueños, traer a mi conciencia el detalle más ínfimo de lo sucedido en la estadía onírica. Cuando despierto ya no queda más que una vaga reminiscencia de un rostro o un paisaje, más lo que prevalece es la sensación, el pánico con el que me despierto a media noche encarcelado en la oscuridad o la serenidad del despertar soleado color madera. Lo dificultoso de mi día es la invención, la añoro y planifico más me resulta tormentoso y complejo llegar a conseguirla. Blasfemias, gárgaras, arañazos, roces. Amplios bosquejos que no conducen finalmente a una cercanía de obra. Mientras más me propongo una creación, más siento que se desvanece en turbia neblina cargada de buitres hambrientos, agazapados olfateando la idea, ágiles para devorarla y no dejar ni la osamenta. He aquí una de las complejidades principales. El traspaso verídico de experiencia sensitiva/razonable hacia el plano lingüístico. Los símbolos que nos permiten la comunicación pueden tornarse en nuestros más ingratos demonios, transformando en herejía toda parrafada veraz. Se debe ser absolutamente cuidadoso en la utilización de las palabras, aves hambrientas cazadas al vuelo, para que una vez tumbadas en el papel, no puedan alzar el vuelo nuevamente, pero conserven su cuerpo y calor en la composición.


                               Equeco





Con el zumbido del viento en mis oídos

Con el zumbido del viento en mis oídos,
Que no es eco ni resonancia, sino
Clamor del tiempo y gorjeo de aves,
Deambulo taciturno, con el paso perdido.

Oscuro y lagañoso veo caer estrellas
Marchitas del cielo,
Y el suicidio de los pájaros volando
Hacia el sol.

Con la saliva amarga de tanto tragar
Besos insomnes, la boca, mi boca
Enmudecida me maldice las entrañas
Agusanándome la tráquea.

¿Qué días de silencio atoran mi Ser?
¿Qué artilugio del inconsciente me tiene
en esta calamidad?
Suspiro con olor a pánico.

De la habitación emana brisa a
Insecticida, que sirve de incienso para
Mi alma dolida, constantemente
Marchita.

Oh días de antaño, salgan de su
Reminiscencia, ayuden a mis tenebrosos
Sentidos parcos a saborear la pulpa
De primaveras lúdicas.

O al menos dejen mi alma en paz,
Que en constante descenso hacia el vacío,
El golpe en la caída despierte o desaparezca
Los domingos de añoranza con olvido
Y olvido.
               

                             Equeco

La Ciudad

La línea consta de un número infinito de puntos; el plano, de un número infinito de líneas; el volumen, de un número infinito de planos; el hipervolumen, de un número infinito de volúmenes… No, decididamente no es éste, more geométrico, el mejor modo de iniciar mi relato. Afirmar que es verídico es ahora una convención de todo relato fantástico; el mío, sin embargo, es verídico.
Jorge Luis Borges (1899 – 1986)

Llamóla Utopía, voz griega cuyo significado es no hay tal lugar
Quevedo (1580 – 1645)



Mi relato, personal y singular, se adhiere a un género nuevo. Conformado a partir de una minuciosa capacidad detallista en torno a la descripción del espacio y las relaciones en él, lo cual lo haría un informe etnográfico netamente; sin embargo, no acabaría por aburrir a más de alguno. El detalle debe ser capaz de transformarse o reformarse para pasar de un simple hecho visual captado por un sujeto observador y posteriormente imaginado o interpretado por un lector, ha de ser palpado y masticado. Si no se le agregara a este relato lírica un tanto torpe y sudorosa por el abrumador sol de estas fechas en la zona centro – sur no sería más que papel manchado de tinta virtual incapaz de transmitir más que algo similar a los monólogos dominicales de los párrocos, rutina arrítmica y amarga. La guinda de la torta queda supeditada al poderío de la imaginación la cual nunca es tan innovadora como se cree ni absurda como se le acusa en las mesas redondas de los conservadores.

Los hechos se fueron dando de manera apurada, sofocados por el tiempo, empedernida sustancia viscosa que nos hostiga hasta la médula, me fui acercando en idas y venidas rutinarias a la biblioteca municipal de la Ciudad. Me gusta la Ciudad, siempre me ha gustado, me gusta por todas partes, sin embargo es en la nariz donde más la disfruto, sobre todo después de las primeras lluvias que trae cualquier estación del año, en cualquier momento fortuito. Respiro esa húmeda tranquilidad de los cisnes - cuando no son intoxicados - y huelo el plumaje frío de las gaviotas siempre chillonas y poco amigables. La biblioteca siempre me generó expectativa, más debe ser porque el trayecto hacia ella se veía influenciado por el viaje. Desde la playa a ella, uno llega con seis o siete intuiciones más audaces que desde el centro o algún otro lugar dentro de la Ciudad. Dentro de ella, me sentí sólo y plácido. Poco concurrida como los mapas del imperio Otomano, y poco habituada a la interrogante de una mirada penetrante fui conociéndola poco a poco, con la gracia que se conocen los ombligos. No considero justo ni ameno describir la estructura del edificio, es de conocimiento general que de por sí, cuando hay más de un piso se le adjunta una escalera entre piso y techo o entre piso y piso, la perspectiva aquí es lo de menos. Las ventanas, las puertas, las vigas, tablas y estantes, todo distribuido de manera que no nos fuese necesario caminar como lo hacen las hormigas, lamentable o alegremente. Con entusiasmo infantil aclaro en este momento que lo interesante de este relato no pasa por mis metáforas ni por la biblioteca de la Ciudad. Sígame.

Al sentirme desinteresado por lo que aquel lugar pudiese ofrecerme, me digné a recorrer la Ciudad en sí. En ella es todo brisa o tempestad, más la llovizna que algunos enaltecen no es más que los últimos granos del reloj de arena anunciando el verdadero espíritu de la Ciudad. El día que yo recuerdo no llovía, ni indicios había de que sucediese. La tarde era pulcra, el ocaso lo percibí a la altura del puente y fue de urgencia sacra detenerme unos momentos a contemplarlo desde ahí pues el naranjo y el violeta en él resaltan a la pupila de manera espléndida. Solitario, tal cual, como me digné a salir de casa fui en busca de un lobo marino, o al menos de alguno de esos pájaros con cara de humano que tanto abundan por la costanera. Los encontré a ambos, los saludé y seguí mi camino. De improviso caminando por el borde del río, me tendí un rato en el pasto a fumar un cigarrillo, no hacía frío y me abrigaba una chaqueta amarillenta con olor a humedad. El río inevitablemente me hizo pensar en el constante impulso hacia delante, en la imposibilidad absoluta de con el índice hacerle un remolino sustancial, de esos que se hacen cuando uno es pequeño y no entiende mucho de estas cosas. También pensé en un comentario que oí una vez en alguna de mis clases sobre la cultura Aymara y su peculiar visión del Tiempo. Para ellos el futuro es algo que viene detrás y el pasado algo que está por venir, y al referirse a su historia lo hacen de cara al pasado y de espaldas al futuro. El Tiempo, el Espacio y el Lenguaje, algo así como una especie de mosqueteros repulsivos cayendo infinitamente en el universo a través de un vacío conformado por jeroglíficos, tinta y palabras. Desvié mi vista absorta en el río para contemplar que ya el ocaso se desvanecía y las siluetas caían sigilosas. Desde donde estaba, que da igual donde fuese, podía ver la longitud completa del puente, sus pequeños faroles laterales alumbrando hacia arriba y abajo de manera sutil, el paso de los automóviles, bicicletas y los pequeños seres humanos que desde mi punto de vista, caminaban para acá y para allá cortando a intervalos discontinuos con su presencia las lucecillas de los lados y creando nuevas formas con sus cabezas y el reflejo de la luna. Me pareció agradable visualizar esto, me daba una pequeña alegría ver a los seres diminutos que ahora si se desplazaban como las hormigas de más arriba que no tuve el valor de enaltecer a la primera. Más abajo y a mi derecha – se comprenderá que me encontraba a la izquierda, por voluntad propia o por mi escoliosis – el Mercado Fluvial. Es bonito el mercado fluvial, en sus diversas facetas, más siempre me agradan más las cosas en la noche, cuando las observo desde afuera y desde adentro. De noche se aprecia la belleza de las cosas sobre todo estando fuera de ellas, es decir, siendo un espectador de la calma que abunda en el lugar y saboreando la entrada como el paso a una dimensión desconocida. El péndulo de movimiento infinito y desafiante puesto a la vista de todo ente que se desplace por la costanera lo evadí apenas lo visualicé para no caer en alguna alucinación imaginativa que me impidiese continuar mi relato. Me levanté de donde estaba y me persuadí de que había perdido por completo la sensibilidad en mis extremidades inferiores, mis piernas se encontraban flácidas y me costó poder comenzar la marcha, comencé a desplazarme como en cámara lenta y algo robótico, un bosquejo de sonrisa debe haberse marcado en mi rostro.

Me concentré en la búsqueda de algún local donde comprar algo que saciara la sed que me había surgido por el humo del cigarrillo. Cercano a mi posición una botillería de un fulgurante letrero verde y letras blancas me incitaba a adquirir algo para beber. Pasé, no era primera vez que lo hacía, se encontraba vacía y sin saludar pedí dos latas de cerveza. Pagué, agradecí y me retiré.

La tarde había transcurrido, ya me encontraba sumergido en la noche de la Ciudad, no tenía ganas de llamar a nadie, nadie tenía ganas de llamarme. Con las dos cervezas en la mochila me envalentoné a cruzar el puente hacía la Isla. De un momento a otro, me dieron ganas de ir hacia algún lugar que me permitiera respirar la humedad de la noche. La Ciudad otorga el verde que no es tan verde entrada la noche. Llegué a un parque cercano a una especie de laguna, me agradó la agresiva insistencia del pequeño bosque en confrontar su poderío sonoro al de las bocinas y desplazamientos maquinales. Sumergido en el espacio, busqué algún lugar sombrío que permitiera verme las manos, saqué una lata y la bebí raudamente contemplando el puente a medias que se presentaba frente a mi vista. Me recosté un momento observando sobre mí el espectáculo de las copas de los árboles. El viento, inquilino de honor en la Ciudad jugaba con las ramas lanzándolas de un lado a otro, con ímpetu, severidad y ternura, como la madre que no sabe serlo que castiga y se castiga. Pasé un buen momento contemplando el ir y venir estático de los árboles, cerca de mí algunos grupos de personas bebían y dialogaban, a ratos gritaban las palabras, en otros las cantaban.

Me quedaba la última lata, la hora ya era entrada y no tenía dinero en los bolsillos ni en ningún otro lugar. Estaba ansioso, deseaba relatar todo, incluso cuando inhalaba y exhalaba. Crucé el puente de vuelta, con una idea en la cabeza que no era ésta. Casi al llegar a la mitad, me di cuenta que estaba sólo, nadie lo cruzaba conmigo, ni delante ni atrás; también me percaté que mi vista no alcanzaba a visualizar ningún auto. Lo que realicé no fue debido a la cerveza, más se lo otorgo a mi ansiedad. Con cautela me puse del lado externo a la baranda de contención, es decir por fuera, si es que alguna vez estuve dentro. Desabroché mi pantalón y los bajé, y afirmándome con ambas manos hacia atrás a la rejilla fui el hombre más libre de la noche en la Ciudad orinando al Calle Calle sin siquiera sujetar mi miembro. Alguna otra persona tal vez, hubiese gritado de felicidad, yo me contuve a hacerlo pestañando pesada y lentamente, escupiendo el resto de saliva que me quedaba en las muelas. Terminado el acto, y caminando los últimos metros del puente me pregunté si todo el día confluyó para que llegase a tal lugar a realizar la meada circense, y no me quise responder por el miedo que le tengo a los payasos.

El frío no me limitaba, más creí necesario buscar refugio y compañía. Tomé el teléfono y realicé una llamada. La respuesta a mi interrogante fue positiva y al cabo de unos minutos me encontraba sentado en la cama, que por cierto no era la mía. Me preguntó que había hecho y respondí como lo hago siempre, desinteresado y en voz baja. Me preguntó si quería quedarme y contesté que sí, también en voz baja. Y con la última frase que era necesario decir aquella noche antes de dejar de hablar, le conté que a lo mejor escribía sobre la noche de hoy.

Que ya fue la de ayer, la de mañana o la de nunca.


                               Equeco  

Soledad que brillas con tu incandescente

Soledad que brillas con tu incandescente
Torso desnudo, majestuosa estatuilla
Hecha de espinas, que hieren y punzan.
No te clamo ni venero, más me parece justo
Sacar a relucir tu singular figura.

En la espesura de tus telarañas y flores mustias
Tejes tu nido, nicho de pirañas y epifanías.
Susurrando con el eco del silencio llegas sumisa e irónica
Engominada arpía.

Anocheciendo se condensa tú
Presencia en tibios susurros de poesía.
En la acera las hojas bailan y en mis pensamientos sombras
De marchita alegría.

Pesado el cuerpo, aletargado y dolorido
Pido limosna a la ventura de antaños días.
Tonos marrón y rosa, paseos, risas y
Astrología, donde tu presencia era menguada
Con el amor como tiranía.


Equeco         

13 de mayo de 2015

...

Aquí estoy solo nuevamente, libre pero sin un rumbo fijo, siento muchas cosas a la vez, la pena me domina, soy un alma libre y solitaria entre gente que solo se mantiene por lo terrenal, busco algo mas que eso pero yo mismo no me lo permito, el temor a una soledad total es lo que me lo impide, soledad en la que ahora estoy, ando deambulando por la vida esperando encontrar mi camino, tengo mil opciones pero ninguna me apetece, espero encontrar la totalidad pero no pongo de mi parte, me aterra dejar algo atrás y sobre mis hombros llevo mas de lo que debería, guío a las personas por su camino pero dejando el mio de lado, he entregado demasiado esperando recibir algo a cambio y como ando al paso de la vida ésta me responde con lo que necesito pero no con lo que quiero, ahí está mi gran error, pero pese a todo así soy feliz, nadie me conoce totalmente, quizás yo tampoco, no conozco mis virtudes pero si muchos defectos, no conozco mis limites pero si mis debilidades, no se que es el odio pero si el amor, no se quien soy pero si como soy, no tengo un rumbo...pero si una meta.

Anónimo

11 de mayo de 2015

Triste parrafada de un niño perdido

Te estoy buscando en los ojos de un perro callejero. Calles oxidadas de la reja desde la que miro. El techo se voló. Yo soy el ojo de la tormenta. Caminando hacia atrás. No hay donde sentarse. Me siento solo. Mi mente se la comió la almohada. Run Run se fue pal norte. No sé cuándo vendrá. Enfermo y lucido el tiempo pasa lento. Trasladome hasta ninguna parte. En una mico lenta. Con ruedas rotas. Pero me hago presente. No huelo a nada. Aunque estoy sucio. Cambio mis lágrimas por monedas. Pero la gente es tacaña. Cae la noche silenciosa. ¿Dónde estoy ahora? Me veo bajo luces artificiales. Luces artificialmente insuficientes. Luces que dejan lugar al vacío. Pero el vacío está en mí. ¿Dónde estás ahora? Se trasluce mi cuerpo como agua. Mi cabeza repite siempre distinto. Dos caminos encontré para matarme. No puedo recorrerlos solo. Pero estas palabras se pierden. Por los siglos de los siglos. Rezo para que mañana sean cenizas entre lo que no fue. Amén.


Mandu

La sangre nuestra

Vengo a despedirme.
Vengo para irme.
¿Cuánto tiempo será?

Los fantasmas me gritan “adiós”.
Un beso y un plato de arroz.
¿Qué mis ojos dirán?

Un niño salta de la luna.
Hereje, dibuja su fortuna.
Sin querer.

Lagartijas del invierno.
Peces del desierto.
En mi espejo


Mandu

Larva c/nombre

Mis ojos hoy descansan sobre el mar negro que los baña
negro azulino pero no profundo
Se alarga mi cara hacia los pómulos
sobresalen de mi árbol quebradizo


Los labios, que belleza los labios
nunca antes los había visto tan rojos
tan gruesos, tan cerezas, rebosantes de un rojo amoratado

Mis pechos siguen ahí guías de universo
dos lunas fuertes que confirman mi femenino
se sitúan bajo mi pera

Me recorro una y otra vez
postrada aquí
siento mi realidad

nunca pensé ser tan impermanente


Pamplenpina

Viuda

Mujer de compañía muerta. No hablaré de ti como arpía y serpiente, no diré que fuiste celo que cegó a tu razón, no abusaré de esta prosa para cargarte de negro y yo cagarme de ti, ni te pintaré pastel barato aunque esté de monedas. Mujer aterradora maquiavélica antagónica.
Mis labios y sus formas dirán que fuiste amante sin tregua; un nogal en el desierto. Mis labios y sus formas no dejarán de sacudirse y bambolearse para llenarte de flores, eterna figura despampanante.
Cuando recite yo de ti a marineros salados, irán corriendo desbocados y salvajes a los puteríos morados-rojos y de humo de tabaco, para arrancarte de sus deseos reprimidos que vinieron en las lanchas frías y ásperas de andar.
Viuda de piernas blancas barrocas/pies de luna. Soñaré que nos quemamos en las copas de los árboles de las noches azules y que nos convidan vino añejo en la calle.
Dulce tristeza tuya viuda con ganas de mi gracia, maldita, mortífera y tierna de los sesos; viuda de sesos dulces tuya mortífera gracia. Que sea yo el último al que matas por la espalda, al que te regala estos versos, ¡malagradecida mundana!


Mario Tabauga

En tus Manos yace mi Cruz

Victoria, llamada por los insumisos al caer la noche,
invocaciones del tercer mundo para hacer de tus ojos mi mejor pluma,
placer inherente al revés y al derecho, cuán dulce agonía aflora,
si te dijera la verdad, nuestros cuerpos amantes serían como el sudor que se esfuma.

Pero el dominio de la tierra es tuyo y no puedo arrebatarlo,
escondidas cartas te entregaría por debajo de tu puerta,
¿manchemos con sangre las bellas telas en tu regazo?,
¿anidemos presurosos los inicios básicos de la humanidad ya muerta?

Sinfonía Belial que deseo tocar como experto de este arte,
déjame bailar, al son de las cuerdas satánicas de tu alma,
fría dama, dame, dudas para querer desnudarte,
pero la verdad es que no tienes amos, sólo esclavos quienes esquivos te aman.

¡Haz turismo en este espacio! Creo que puede interesarte más de lo debido,
tardía mis letras escriben pensamientos anillados en tu piel,
prohibidos los desvelos por vistas a tu figura, majestuosidad del eterno principio,
visítame pronto antes que cupido suelte el anzuelo, al cual tímido mis sueños conté.

No logro controlarme, y es por culpa tuya que vuelvo a ser animal y no sensato,
si pudiese decirle algo propicio a tu deidad, sería que amo tu mal trato,
contigo he creado mi propio mundo, donde el dinero vale menos que hablar
y el día se hace noche cuando la luna ve al sol llegar.
,
Podríamos hacer muchas cosas juntos, inimaginables,
crearíamos novelas donde no hay delito al pecar,
saltaríamos conversos, lagos de estrofas sinuosas como simples amantes,
pero no me dejas, sárdica eres ahora en tu mirar.

Para poder cantar tus propias reglas, tengo que hacer lo inevitable,
explícito tengo que matar a todo lo que quiero por delante,
violaré aquello por lo cual he sido el peor Judas de la historia,
ayúdame, que quiero ya poder abrazarte en mi memoria…

Me causa risa incontenible el odiarte en demasía,
y me provoca odio inescrutable esa risa tuya, propia de mujer fingida,
tratemos que el amor sea el sueño de nuestras húmedas fantasías,
para que la juventud revele calma diestra a tus pies, dulcinea herida.

El bálsamo placeriano abre paso a todas las historias que el destino quiere,
más increíble es la prudencia habitual del desolado,
¡¡Dame más y más que quiero beberte!!
quiero seguir anunciando promesas en tormentas, pero ahora de tu mano…


Víctor González


Beelzebub por la noche toca mi ventana

La sangre de aquella ánima revive con las lluvias,
En el espejo se verán la sensualidad y el erotismo,
Con sólo un verso, el vagabundo conquistará su tumba
Caído en la vieja soledad que contigo se masturba

Satán ya se quedó sin voz... es sólo murmullos
La muerte se aproxima, tomaremos su lugar
Bebamos de su sangre en la fiesta y con los puños
Quememos el evangelio, ¡de nada sirve ya rezar!

La imaginación del débil no se hizo carne ni verbo
Cupido desde un pantano te escribe cartas de amor
¿Será posible que Dios no habite ya en el cielo?
¿Será posible que este largo camino se guíe por una simple voz?

He de penar por soñador, viviendo en una fantasía fatal,
He de penar por sangre santa en un funeral pagano,
He de asegurar cada luz con un viejo candado irreal,
Que oxidado protege los espíritus que salen del mundo humano

¡Forjadores seremos de todos los silentes!
Esta vez ya no seremos, para el mundo los dementes
En la oscuridad los dioses castos nos protegerán
¡Ahora el paganismo es la luz de los futuros inocentes!

Neófitos sus credos, impregnan ignorancia contagiosa
Si conocieran a lucifer, le regalarían una rosa
Pero sus facultades propagan deidades mentirosas,
Perversas sus mentes son egoístas y orgullosas

Sus lecturas son sus cruces que entran como arpía
Haciéndose los sabios, creen que un día al fin sabrán,
Pero mucho desconocen el actuar de esta frenología
Ocurridos los desmanes nos quedan bustos de amatividad

Es lógico pensar, pero más lógico es comprender
Imaginar el sexismo como si fuera lucidez
La seguridad de su audacia es arrojar en su habitación
Todas las tristezas que su gran vaticinador les promulgó

En un papel manchado de un rojo indefinible
Menstruó una calavera con su lápiz invisible
Suplicio semejante jamás logré olvidar
Intolerable mi memoria nunca te dejó de amar

¡Forjadores seremos de todos los silentes!
Esta vez ya no seremos, para el mundo los dementes
En la oscuridad los dioses castos nos protegerán
¡Ahora el paganismo es la luz de los futuros inocentes!

Volviendo de un escaso punto ciego, y despistado
Me mantuve sutil por un canto provocado
Pero el padre era el mudo, el trino se ha manchado
Desnudemos a la novia, del despotismo no es su esclavo

En la biblia está el ejemplo aún más existente
De que las personas con amor se convierten en dementes,
La virgen excitada nos confía humildad provocadora
La luz fue su cárcel más cruel y agotadora

Del péndulo cuelgan desgarradas las penurias
Enfermos y postrados los muertos salen de las tumbas,
Los tímidos ahora son valientes rencorosos
¿Será que nuestro aroma les recuerdan almas suyas?

Desde el muro brillan los restos de las botellas
Que contuvieron alcohol, amor de dulcinea,
En la monotonía he de pensar en tu llanto más sensual,
Perdido en las gotas, me bebí cada perfume de tu mal

¡Forjadores seremos de todos los silentes!
Esta vez ya no seremos, para el mundo los dementes
En la oscuridad los dioses castos nos protegerán
¡Ahora el paganismo es la luz de los futuros inocentes!

Una indicación, precisa de adoración humana
Se convirtió en vieja esperando una llamada,
Un ángel de pronto le regaló un pergamino
- sólo en sangre podrás ver lo que hay allí escrito-

Nunca le costó amenazar a la lujuria
Aquella decepción derivó en impaciencia,
La vida propia no ha de valer en aquellos momentos
- mátate- era el mensaje de aquella hoja muerta...

Lloraba en silencio detrás del espejo,
Quebrado y descolorido el cuchillo manchó
Esa serpiente en ángel se transformó por despecho,
Desde el día en que ese niño sin alma nació

Inmolarse al infierno es puerta de los suicidas
Como un animal, hasta el llanto viene con heridas
Pero el fastuoso mar, con el entierro genera vida
La marcha de Satán, otra vez se hizo presumido

¡Forjadores seremos de todos los silentes!
Esta vez ya no seremos para el mundo los dementes
En la oscuridad los dioses castos nos protegerán
¡Ahora el paganismo es la luz de los futuros inocentes!

Víctor González

Romance del mar

Entre tu cuerpo erguido y yo,
venturosas olas en vaivén ciñen el espacio de incertidumbres.
Tu espuma blanca la absorbe mi arena,
esta vez, para que el ocaso sea testigo de cómo los pétalos caen desnudando una flor,
la que sin querer floreció entre el viento de la mar.

El mar tienta la brisa, tienta la marea,
y con un tinte azul, moja la arena.
¿Qué será del silbido del mar, sin rocas a la cual chocar?
Y es que a veces este mar ronronea,
cuando la luna canciones de amor le tararea.

¿Y qué tal si esta vez, dejo que mi arena se moje de tu mar,
empapando el alma en el goce de amar?
lluéveme con tus manos, brisa marina,
y en este suelo escribamos,
con el cuerpo y los labios enlazados
una fábula entre la arena y la mar azulina,
una historia de noches con cafeína
Pero que delicia...
cuando tu ondulante mirada decide ir más allá,
y en ese continuo vaivén me acaricia
a veces como si hamacara
tan sutil, que la piel me eriza.


Epifanika

Todo lo que brota es vida

a veces brota la música
a veces, la imaginación a ojos cerrados
tal vez brotan caricias por aquí y por allá
a veces también, la locura
¿y qué hay con eso, si todo lo que brota es vida?
si todo brote viene de algún lugar recóndito de nuestro ser
de ganas reprimidas
del encarcelamiento de nuestro yo
el pulsar de los brotes no reconoce estructuras

Epifanika



25 de Marzo

La tierra no está muriendo, la están matando.
La están matando tantas empresas forestales
amparadas por E$tado$ kriminales,
disparándole a los boskes ancestrales

destruyendo todas las comunidades

Los gobiernos con sus soluciones irreales
buscan mantener estas injustas sociedades,
basadas en violentas autoridades
escogidas por los malignos pocos imperiales.

Pero no pueden impedirnos ver la real historia
y sacar nuestras propias místikas conclusiones de ahora,
nunca reemplazaran nuestras costumbres ancestrales
aunque nos maten y nos encierren con sus legales atrocidades.

La tierra no está muriendo, la están matando.
La está matando las empresas de la minería,
no reduciremos nuestro discursos a si son de $hile o de la CIA.
El cobre no le pertenece ni a los chilenos ni a los extranjeros,
le pertenece a las eternas montañas que equilibran la existencia de lo etérico.

No sólo vacían a la ñuke mapu de sus energías,

vacían las vidas de todes les seres vives con su ambición y agonía,
deseando saber todo,
controlando todo,
terminaron por contaminar todo
y nos cagaron a todos
con sus prohibiciones para locos.

Y ahora la mapu arde en llamas,
tiene una pena por dentro que se la inflama
porque a sus heridas se las violentan todos los días.
Exuda sequías que son gritos de agonía,
explosiones milenarias que nos llaman
a parar la destrucción acelerada innecesaria.

Como alto pewen incendiado
hoy sus lágrimas se secan
cansada de las tiranías
y de las cárceles de toda una vida.

Nos quieren atrapaos, terrible dopaos,
como aweonaxs drogaxs alcoholizadxs.
hipnotizados entero explotadxs,
encarceladxs mis hermanxs por la makinaria del E$tado.

Hacen como que no se cacha
con su policía bastarda,
y sus teleseries cotidianas
que son pura farándula,
pero que a los pobres les encanta, monotonía mediática.

Monotonía, desinterés que apaga la rebeldía,
desinforman todo,
controlan y lo distorsionan,
para que no se reflexione
sobre ésta cínica dictadura monopólik babilónika.

Donde se keman los boskes por culpa
de las forestales que kieren más plantaciones.
se esconden sus acciones
para nuestros pensamientos no se desborden
y se conviertan en pasiones que no se controlan.

Porque no se puede detener a un piwke que se inflama
despojado de preocupaciones, prejuicios y presiones
damos kara para que la suciedad wingka se kaiga en llamas
y que todo ésto explote.

Damos kara para que la suciedad wingka se kaiga en llamas
y que todo ésto explote.
porque nos tienen pa la kagá,
kon su sociedad karcelaria.



Lafken mapu