11 de mayo de 2015

Viuda

Mujer de compañía muerta. No hablaré de ti como arpía y serpiente, no diré que fuiste celo que cegó a tu razón, no abusaré de esta prosa para cargarte de negro y yo cagarme de ti, ni te pintaré pastel barato aunque esté de monedas. Mujer aterradora maquiavélica antagónica.
Mis labios y sus formas dirán que fuiste amante sin tregua; un nogal en el desierto. Mis labios y sus formas no dejarán de sacudirse y bambolearse para llenarte de flores, eterna figura despampanante.
Cuando recite yo de ti a marineros salados, irán corriendo desbocados y salvajes a los puteríos morados-rojos y de humo de tabaco, para arrancarte de sus deseos reprimidos que vinieron en las lanchas frías y ásperas de andar.
Viuda de piernas blancas barrocas/pies de luna. Soñaré que nos quemamos en las copas de los árboles de las noches azules y que nos convidan vino añejo en la calle.
Dulce tristeza tuya viuda con ganas de mi gracia, maldita, mortífera y tierna de los sesos; viuda de sesos dulces tuya mortífera gracia. Que sea yo el último al que matas por la espalda, al que te regala estos versos, ¡malagradecida mundana!


Mario Tabauga

No hay comentarios: