La guerra es evidente, y nxs insulta a cada horizonte. El sol ilumina a todxs por igual, y las manos siempre se han calentado por su centro. ¿Cómo es posible entonces, no poder sentir lo mismo al sangrar y ser heridx?
La vida es la única palabra por escuchar, transporte de todo destello, suspiro de alabante manto. Si bien la solitariedad rehuye, aún así nxs despierta a gritos.
La verdadera línea acecha nuestros corazones y se despide tierna, en cada atardecer.
"Si no es hoy, será mañana."
Nosotrxs, ilusxs, seguimos con la esperanza de que aquél día nxs descubrirá. Por mientras, mantenemos tontxs nuestros disfraces.
Anónimx
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