11 de noviembre de 2015

Manual enterrado, velado


 Que quien vocifere me acompañe a ver
hasta dónde llego dándole color a las cosas,
dándole color al mundo entre las noches.
Dónde acaba la necedad, se trata
de eso pues no hay límites aun
destinados a desgarrar algo más
que solo mis vestiduras.

Que quien cae junto a mi me enseñe
cómo se debe caer.
Lo estaré haciendo mal me he preguntado
más de unas cuantas veces.
O tarde estaré llegando,
porque si bien aun es de día,
hace tiempo que nos ha amanecido.

Lo mismo sucede en cada vuelo:
como si existieran, verdaderamente,
vías por las cuales
se debe surcar el aire.

Pero al final quiero
que quien se retuerce a mi lado
me indique el error
de hallarme sentado solamente.
Estando preso de mí mismo o de mi peso.
Que me invite a olvidar la gravedad
de nuestros nombres o humanidades,
Que me invite a reír simplemente.

Y reírnos, finalmente,

del vacío donde pende esta última letra.

jvv

No hay comentarios: