Tendría que
acabarse todo
Desde la
boca de tu estómago, así
Sin más,
viéndome viajar al fondo
De aquel
vaso que se precipita
A morir.
Tendrían que
nacer las cosas nuevamente,
A cambio de
caer rendido
Ante el
yerro, la masa
Y un tinte
gris que se impregna
En mis
párpados y dedos.
Tendría que
ser, después de esto,
La balsa que
naufraga,
En medio de
un mar furioso,
La que ha de
venir
Y salvarme.
Tendrían que
apagarse las miradas
Que me
encandilan a pesar de la niebla.
De madrugada,
y un pilar
Entero de
amargura se erige
Sobre mi
pecho.
Tendrían que
sobrevivir los barnices,
Opacos ya de
esperar,
Y de cubrir
la cara distante del sol.
Que ya no es
sol,
Sino mi
cabeza degollada
Por la
navaja de siempre.
jvv
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