la respiración se alarma y la dignidad se desangra,
amoldados hombres caminan despacio hacia donde el salario es pagado,
amontonados haciendo el espacio dentro de su orgullo quebrantado,
calles solitarias son bañadas por la ignorancia,
el adoctrinamiento es la única verdad sensata que culmina nuestra alma,
molde de estructuras estupefactas se abalanza sobre las masas.
el cerebro desfallece, y en esta historia los sueños ya no crecen,
escuchas el sonido de la campana,
ya llego el fin de de semana,
te escapas y rompes las ventas,
una avalancha azota tu calma,
las ideas razonan en la balanza,
y tristemente nos damos cuenta que
somos las prostitutas de unas cuantas maquinas.
Arlecchino
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