19 de octubre de 2014

El agua en vino

Despierto,
voy saliendo de tu morada,
ya pesa el sol
ancho y vespertino.
Recuerdo entonces la ramada
donde exigí
el bebestible cristalino
que en la jarra se me sirvió.
A primera vista parecía agua
pero al tocarla
de olor y color cambió.
Te pregunte si estabas harta
y me respondiste que no,
aproveche el momento entonces:
"éste brindis es por vos"

Ésta era la encrucijada
¿gastarme con tus quejidos
o cambiarte mejor por vino?
Menos mal fui decidido,
mejor aún que me acompañaras
hasta que se acabase la ensalada
y se ensalzase tu mirada
en mis ojos rojo tinto.

Ahora voy normal y sonrío,
pues anoche seguí esta misma senda
pero zigzagueando entre la vereda,
la verdad y el camino
directo a un dormitorio para dos,
donde te susurré al oído:
"será pa' dejarla emborrachada
con la palabra hoy de Dios"

Lak Ant

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