-imágenes inconexas-
De seguro eran imágenes inconexas que se dispersaban sin temor alguno por el proyector. Sólo un ser supremo podría dar cabida a cierta lógica dependiente de esas incongruencias fantasmales.
A un hombre sano, sólo le confundirán más el indómito presente.
¿¡Quién será capaz de aliviar las ilusorias y tramposas dimensiones!?
Sólo un loco o un genio podrían sacar una conclusión aparte a la de una sobrecarga de voltaje.
Yo, voy miedoso y con cálculo, desenchufando "aparatos".
-trajinar silencioso-
En ese trajinar silencioso, mientras la lluvia nos golpeaba con cariño desmedido, me dí cuenta que nuestras palabras sobraban. Que brutalidad el proceso de materialización fallida de aparentes sentimientos, de estos esfuerzos desganados de ocupar un espacio concebido erróneamente como muerto.
¡El vacío está lleno!
Y el silencio resultó ser una armonía que desfilaba entre nuestras miradas dispersas, un sinfín de gritos mudos pertinentes.
Fue raro que de un momento a otro, colmara un pasar tan perfecto, tan simple y tan evidente para mi siempre atestado juicio.
Qué lindo se atesora aquel silente pasado.
(Eso sí, mi voz quebró la pureza de la homogeneidad, impulsado por mi irremediable inconformismo. No todo puede ser tan bello y eterno.)
Thor
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