Mi cuerpo es un candado, es el refugio que cobija a los exiliados que se arrastran desde tiempos remotos hacia una luz. Luz o Dios, Dios o Verdad, ya el nombre no importa...
Mi cuerpo es una cárcel, un espacio sin escapatoria. Y durante estas míseras líneas, habito el ininteligible presente, pero ciertas noches de luna llena, viajo al lejano pasado, viajo al destino, viajo al presente vecino. No obstante, las cadenas que amarran mis pies, siempre me arrojan de vuelta...
Mi cuerpo es necio, duro e inamovible. Sin embargo, el relleno son dudas, son inconformidades frente a la explicación. Claro que mi cuerpo no necesita preguntar, no se fatiga en estos trabajos, pero aún así, en las paredes grita puntos de interrogación...
De éstas, es difícil no salir herido, son disparos silenciosos a quemarropa.
Pero qué raro resulta amanecer sin ningún rasguño...
(Que quede claro que no me he ido a ninguna parte)
Thor
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