7 de septiembre de 2014

(...)

Yo asesiné a Thor, y enterré su delirante ego bajo los desechos de sus dudas.
Yo asesiné a Thor, y lo hice porque lo noté miedoso, débil, de llama muda.
Yo asesiné a Thor, y lo destruí a punta de hachazos y gritos.
Vi cómo cayó el rígido árbol, sin música ceremonial ni lúgubre rito.
(Y me reí / sentí una deliciosa alegría.)
Yo asesiné a Thor, lo confieso. Y de nuevo lo haría si tengo la suerte ocasión.
Yo lo asesiné, sí, y ahora disfruto el momentáneo y calmo vacío.
¡Yo asesiné a Thor, y ya me deleito con el sol que calienta mi cuerpo desnudo!
¡Vivo sin sombras! ¡Vivo sin patrón!
Yo asesiné a Thor, y el pecho se me infla de orgullo.
Yo asesiné a Thor. Y Thor yace ahora muerto bajo mis pies.

En la radio, bailan unas embarulladas percusiones.
Y yo, al compás salto, machaco, pateo y le escupo al apagado fiambre.
Para que quizás cuando vuelva, Thor haya olvidado las afiladas palabras.
(erguido / lejano  / desierto)

Inkógnito 

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