y el amor,
que supera
todos los suspiros.
Que entrega alas para volar,
pero al mismo tiempo encadena a la ilusión.
Que asusta,
que alegra,
que sorprende de tal manera que enmudece perplejo,
que descoloca y uno no sabe ni cómo actuar, ni qué decir, ni pensar, nada...
Seré un llorón
y un preso
de tus caricias
si un día besas mi alma
y al otro
sólo veo tu
espalda/espada.
Ayer entibiaste mi alma y
hoy acaricio a un mástil inmóvil, duro, frío...
De mañana ya no sé que esperar.
Afuera pronostican lluvia, pero ni del clima ni del amor hay que fiarse.
Arrayán
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