- Atentamente, razoné que la vida no tenía sentido.
Acabo de pisar la tapa de una alcantarilla y no sé si lo que sonó fue la propia tapa, con su sonido grave y metálicoxidado, o la tos de un borracho a lo lejos y su botella de vino estrellándose contra el piso.
- Un sentido, ¿y en pos de quién?
La ciudad me fue ocultada por la neblina y su propio silencio. Reconocí ciertas casas, ciertos vacíos aéreos. La propia mano del tiempo se encargó de borrar el quiosco de la esquina. Ahora no hay nada, solo un espacio de cemento abandonado.
- No un sentido como fin sino como medio.
Si me apuñalan en la aorta antes de cumplir veinte años... No sé, prefiero ni pensarlo. O si en veinte años me encuentre por fin entre los brazos de aquella chiquilla del colegio, aquella a quien le debo mi devoción adolescente. Si he de tener solo una, entonces me queda vivirla, y nada más.
No busques nada que no irás a palpar, no solo con tu piel, sino también con tu nerviosismo.
Busca, si es que en realidad fuiste necio, el calor corporal en tu labio superior.
Chicha Ruidosa
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