"Por mi se va a la ciudad doliente,
por mi se ingresa en el dolor eterno,
por mi se va con la perdida gente.
La justicia movió a mi alto hacedor:
Hízome la divina potestad,
la suma sabiduría y el primer amor.
Antes de mí ninguna cosa fue creada
sólo las eternas, y yo eternamente duro:
¡Perded toda esperanza los que entráis!"
Estas palabras de oscuro tono
vi escritas en el dintel de una puerta:
Y dije: Maestro, me es duro el sentido.
Y él a mí, como persona atenta:
Es necesario aquí dejar todo recelo;
toda cobardía es necesario que aquí muera.
Hemos venido al lugar donde te dije
habías de ver la gente adolorida,
las que han perdido el bien del intelecto.
Después su mano en la mía puso
con rostro sonriente me reanimó,
y me introdujo adentro a las secretas cosas.
Allí suspiros, llantos y grandes males
resonaban en el aire sin estrellas,
que me hicieron llorar no bien entré.
31 de julio de 2014
I
La noche es obscura
fría
y tenebrosa
y esta vela
es la única diosa
que entrega la luz.
Suave
constante
casi inmóvil
atraviesa
los pantanos crucificados.
Tintin
en las sombras
suspensión
en el olvido.
LeFou
Recorrido
Se acaba el recorrido
por los infiernos y
por los cielos,
por la experiencia
y el sobrevuelo,
por los recovecos
de la conciencia,
por los pétalos
de la intimidad,
se acaba el recorrido
y uno nuevo empezará,
la balanza equilibrada
las cartas al azar.
por los infiernos y
por los cielos,
por la experiencia
y el sobrevuelo,
por los recovecos
de la conciencia,
por los pétalos
de la intimidad,
se acaba el recorrido
y uno nuevo empezará,
la balanza equilibrada
las cartas al azar.
LeFou
Subsiste
La garganta
enrojecida
ya no sabe
cómo gritar rebeldía
si cuando lo hace
unos palos le caen
palos punzantes
ríos de sangre.
Los ojos ya no lloran
no hay necesidad
de derramar agua bendita
por caprichos lejanos
sequía del aguacero.
El corazón es aparte
llaga desnuda
en silencio sigue
no existen disfraces
ni antifaz
para este guerrero
mortal (in).
enrojecida
ya no sabe
cómo gritar rebeldía
si cuando lo hace
unos palos le caen
palos punzantes
ríos de sangre.
Los ojos ya no lloran
no hay necesidad
de derramar agua bendita
por caprichos lejanos
sequía del aguacero.
El corazón es aparte
llaga desnuda
en silencio sigue
no existen disfraces
ni antifaz
para este guerrero
mortal (in).
LeFou
VII
De ti, luna, nunca supe...
Debo admitir que te he extrañado. Tenía puesta mi fe en que por lo menos una noche alumbrarías mis sombras.
Y hoy es mi última antes de la vuelta a la realidad, ¡cuanta falta me haces! No te miento, han habido otrxs que acompañen mi soledad, sin embargo, tú siempre has sido especial. Aún no sé qué es lo que activas o de qué manera revoloteas todas mis energías. Pero qué forma más mágica de hacerme feliz. Con sólo el hecho de contemplarte y bañarme con tu luz.
Bueno, definitivamente hoy te ausentas. Está bien, no importa, estoy tranquilo. He aprendido como cargar con tu ausencia, y llevarte conmigo: silenciosa y dormida en mi plexo solar.
Nos veremos en otra ocasión, mi dulce tintin del universo.
LeFou
Debo admitir que te he extrañado. Tenía puesta mi fe en que por lo menos una noche alumbrarías mis sombras.
Y hoy es mi última antes de la vuelta a la realidad, ¡cuanta falta me haces! No te miento, han habido otrxs que acompañen mi soledad, sin embargo, tú siempre has sido especial. Aún no sé qué es lo que activas o de qué manera revoloteas todas mis energías. Pero qué forma más mágica de hacerme feliz. Con sólo el hecho de contemplarte y bañarme con tu luz.
Bueno, definitivamente hoy te ausentas. Está bien, no importa, estoy tranquilo. He aprendido como cargar con tu ausencia, y llevarte conmigo: silenciosa y dormida en mi plexo solar.
Nos veremos en otra ocasión, mi dulce tintin del universo.
LeFou
27 de julio de 2014
Mapa invisible
Los ojos del mapa se perdieron,
fueron vistos por última vez
fuera del papel.
El mapa se perdió de los ojos,
a un ser humano se le confundió la nuez
y despistadamente lo dejó caer.
El tiempo fue quien permitió
que el mapa en tierra se convirtiera
y que nadie sepa
donde el tesoro se entierra.
Tré
fueron vistos por última vez
fuera del papel.
El mapa se perdió de los ojos,
a un ser humano se le confundió la nuez
y despistadamente lo dejó caer.
El tiempo fue quien permitió
que el mapa en tierra se convirtiera
y que nadie sepa
donde el tesoro se entierra.
Tré
20 de julio de 2014
19 de julio - 20 de julio
Soñé que ya no me querías que todo lo había perdido y qué miserable y triste fue el despertar mucho frío y anhelaba un abrazo tuyo unos besos o al menos unas tímidas caricias que pudiesen desmentir tu desinteresada ausencia y es que no estás aquí para susurrarme palabras de alivio entonces caigo irremediablemente en un pozo vacío de la desmemoria donde mi última imagen de ti es lejana y lúgubre que ni siquiera me mirabas a los ojos ni jugueteabas con mi pelo ni querías bailar ni podía olfatear ese amor que tu exhalas cuando estamos o estábamos y ahora no logro tranquilizarme porque me ha entrado la duda de ti de todo y tu voz no existe ni tampoco tus dedos y tengo que esperar nervioso inquieto un nuevo encuentro contigo en el mundo real o en el onírico da lo mismo ya que a estas alturas no existen diferencias por eso estoy escribiendo esto porque estoy confundido y ahora sólo quedo atento si al verme donde sea sonríes como antes y te acercas suave linda radiante a mí y con sólo una interacción de nuestras miradas me dirás que todo está y estará bien...
Elias Roth
Elias Roth
15 de julio de 2014
La profecía autocumplida
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14.
Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación.
Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
"No sé pero he amanecido con el presentimiento que algo muy grave va a sucederle a este pueblo".
El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:
"Te apuesto un peso a que no la haces".
Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace.
Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla
Y él contesta: "es cierto pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo".
Todos se ríen de él y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, o una nieta o en fin, cualquier pariente, feliz con su peso dice y comenta:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y porqué es un tonto?
-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.
Y su madre le dice:
- No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.
Una pariente oye esto y va a comprar carne.
Ella le dice al carnicero:
"Deme un kilo de carne" y en el momento que la está cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado".
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice:
"mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar y se están preparando y comprando cosas".
Entonces la vieja responde: "Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos..."
Se lleva los cuatro kilos y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor.
Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo.
Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde.
Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:
"Hay un pajarito en la plaza".
Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve.
Hasta que todos dicen: "Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos".
Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo.
Se llevan las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: "Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa", y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado:
"¿Vistes mi hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?"
Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación.
Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
"No sé pero he amanecido con el presentimiento que algo muy grave va a sucederle a este pueblo".
El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:
"Te apuesto un peso a que no la haces".
Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace.
Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla
Y él contesta: "es cierto pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo".
Todos se ríen de él y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, o una nieta o en fin, cualquier pariente, feliz con su peso dice y comenta:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y porqué es un tonto?
-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.
Y su madre le dice:
- No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.
Una pariente oye esto y va a comprar carne.
Ella le dice al carnicero:
"Deme un kilo de carne" y en el momento que la está cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado".
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice:
"mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar y se están preparando y comprando cosas".
Entonces la vieja responde: "Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos..."
Se lleva los cuatro kilos y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor.
Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo.
Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde.
Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:
"Hay un pajarito en la plaza".
Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve.
Hasta que todos dicen: "Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos".
Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo.
Se llevan las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: "Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa", y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado:
"¿Vistes mi hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?"
Gabriel García Marquez
13 de julio de 2014
Mi lengua ya no cabe en mi boca
No te diré que te amo
enfrías mi corazón
en tu mirada la nada
que temo;
que horror…de no hallarme allí…..
no soñaré tus besos
porque mis labios están
helados como un centella
en su invierno, en el sur,
en la brisa costera
en la antártica del recuerdo….
ya no recuerdo,
cuantos recuerdos podría inventar
y acertar tantos momentos
como cuando en un kiosco
y su esquina
en alameda con Portugal
nos comíamos enteros
desnudos en sentimiento….
caminamos más de tres veces
(tres, tres, tres
éramos tres, tu y yo
éramos uno y tres
a la vez) al Santa Lucía
nos atrapó la magia
de un primer amor
y ya no son tristes estos versos
por alguna razón, como el alcohólico
agonizante que encontró
en el ultimo sorbo
la paz de un hipo que cesó.
enfrías mi corazón
en tu mirada la nada
que temo;
que horror…de no hallarme allí…..
no soñaré tus besos
porque mis labios están
helados como un centella
en su invierno, en el sur,
en la brisa costera
en la antártica del recuerdo….
ya no recuerdo,
cuantos recuerdos podría inventar
y acertar tantos momentos
como cuando en un kiosco
y su esquina
en alameda con Portugal
nos comíamos enteros
desnudos en sentimiento….
caminamos más de tres veces
(tres, tres, tres
éramos tres, tu y yo
éramos uno y tres
a la vez) al Santa Lucía
nos atrapó la magia
de un primer amor
y ya no son tristes estos versos
por alguna razón, como el alcohólico
agonizante que encontró
en el ultimo sorbo
la paz de un hipo que cesó.
Tomás Isabel
12 de julio de 2014
Página tanto
Hola
soy yo de nuevo
acariciándote otra página
de tu suave cuerpo
No te miento
aún soy el mismo
que grita
en la tinta
desesperado
y no he logrado
matar aquellas voces
que aveces
tanto te asustan
Pero
aún doy la batalla hacia la cordura
Tú lo ves
has seguido de cerca mis lunas
Te has deleitado
con mis esporádicas
chispas de irrealidad
como también
has oído
los profundos lamentos
No te des la tarea
de pensarme
con ya sólo
ser tangible
me es suficiente
Ya he vuelto
a divagar
Y
tú
lo presentías
sabías que esto
no daba para más que eso
simples vueltas
Ahora
soy
mudo
por
timidez.
Anónimo
soy yo de nuevo
acariciándote otra página
de tu suave cuerpo
No te miento
aún soy el mismo
que grita
en la tinta
desesperado
y no he logrado
matar aquellas voces
que aveces
tanto te asustan
Pero
aún doy la batalla hacia la cordura
Tú lo ves
has seguido de cerca mis lunas
Te has deleitado
con mis esporádicas
chispas de irrealidad
como también
has oído
los profundos lamentos
No te des la tarea
de pensarme
con ya sólo
ser tangible
me es suficiente
Ya he vuelto
a divagar
Y
tú
lo presentías
sabías que esto
no daba para más que eso
simples vueltas
Ahora
soy
mudo
por
timidez.
Anónimo
Te he visto
Te vi
caminar por
estas calles
pero no eras tú.
Te vi
acariciándome por
la mañana
pero aquí tú no estás.
Te vi
una y mil veces
y no haces nada más
que existir y dejar de.
Te ocultas riendo
bajo las mantas
de mi locura
sin intención de confundirme
Pero sí lo haces
y sufro con tu amor
de ¿mentira?
que no yace a mi lado.
Te he visto en muchas ocasiones
pero ya no me confiaré
debo aceptar la triste realidad
de tu ausente lejanía.
Incógnito
Santiago cuervo
Santiago cuervo
devoras mis entrañas
y despiertas los demonios
un infinito ir y venir
que come poco a poco
mi inexplicable calma
pero es que no te cansas
de alimentar a tu ego
de asustar a viejos conocidos
de violar mi verso.
Santiago cuervo
bestia indomable
de tus oscuras alas
nacen mis delirios
mis llantos mis alaridos
Santiago cuervo
dime si descansarás
esta noche por favor
quiero dormir
sin dolores/temores
si no lo haces
busca con otros
jugar tus fichas
te
lo
suplico.
Thor
devoras mis entrañas
y despiertas los demonios
un infinito ir y venir
que come poco a poco
mi inexplicable calma
pero es que no te cansas
de alimentar a tu ego
de asustar a viejos conocidos
de violar mi verso.
Santiago cuervo
bestia indomable
de tus oscuras alas
nacen mis delirios
mis llantos mis alaridos
Santiago cuervo
dime si descansarás
esta noche por favor
quiero dormir
sin dolores/temores
si no lo haces
busca con otros
jugar tus fichas
te
lo
suplico.
Thor
Teatro
De todas formas ella sabía que a ese cuerpo le faltaba intento, intento de cautivar con algo más que un café. Nunca lo barato fue con ella, solo la vida de puta, pero en su fuero capturaba conceptos para tirarlos sobre el colchón, de forma suelta y encendida… Saber explotar en aquel punto donde la libertad y el libertinaje la sujetaban y apretaban, levantar más absurdo que semen…todo eso, de vasta mierda es pura poesía que se tragaba día a día para tatuarse un libro en piel y fingir ser culta ante sus propios espejos. Todos los días un indigente le tendía un café, le decía cosas paternales, porque claro, era su padre, aunque ellos no lo supieran. Todos los días ella y él se embriagaban en sus ocios podridos, en sus latentes expectaciones, en sus rostros infinitos y sin mirar. Cada día, se amaron, aunque amaran abstracciones del amor, cada día, hasta la muerte de él, se desearon, hasta que producto de una balacera, aquel hombre de 54 años cayera tendido en la esquina sur de la plaza más grande… En este momento, el teatro entro en llanto, después de una barata representación de un actor pudoroso y una actriz libidinosa. Los jóvenes de galería fueron los primeros en salir, comentando de justicia e injusticia, de valor y de porquerías sin valor, de vida, de fe… sin notar las dos figuras que se encontraban divagando en una esquina del teatro sur de la plaza más grande.
Viviana Arias
Viviana Arias
11 de julio de 2014
De lejos
Íbamos tan simples
recorriendo los juegos del
amor.
Tan ciegos y locos
que nada nos podía
distraer.
Ella iba descalza
bailando sin temor a las
miradas.
Yo de lejos observaba
con júbilo el tímido
presente.
Yo también
quería
danzar.
Sin embargo
aún tenía puestos
mis fríos calcetines.
Elias Roth
recorriendo los juegos del
amor.
Tan ciegos y locos
que nada nos podía
distraer.
Ella iba descalza
bailando sin temor a las
miradas.
Yo de lejos observaba
con júbilo el tímido
presente.
Yo también
quería
danzar.
Sin embargo
aún tenía puestos
mis fríos calcetines.
Elias Roth
10 de julio de 2014
La Catarsis
Hoy. Hoy he visto la luz
en los ojos de la bestia que acecha,
He sentido la cadencia
de esa sensación que llega antes del final.
He despertado de ese sueño letárgico,
que no te deja sentir. Y esa sensación,
es indescriptible. Como el murciélago,
que a pesar de ser espantoso, vuela.
Una catarsis
que no tiene principio ni fin,
ni razón de ser. Sólo es.
Y como no existe la tristeza,
no hay espacio para la felicidad.
Sólo la ocurrencia y la excitación
que viene cuando vemos la luz en el fondo
SOY PLENO, VIVO, SIENTO.
Y no hay lugar para nada en este mundo
que tenga sentido. La vana calidez de la emoción,
ese dulce candor de la cobardía.
La flecha que atraviesa el corazón
La luz que desaparece al final del día.
La inspiración es cara.
Hay que pagarla con humillación,
frustración, ridículo y fracaso.
Y hay que ser muy despierto para reconocerla.
Es ese manjar delicioso que luego retumba
en los pasillos de tus intestinos.
Es el placer seguido de la culpa.
La música que daña el tímpano
Y el libro que no te deja dormir.
Ese que te acosa hasta cuando vas al baño.
Que sorbe tu vida cual aspiradora del destino.
SIN LÍMITES, SÓLO ADVERTENCIAS QUE NUNCA ACABAN.
Que te informan de ese precipicio que nunca aparece.
Del choque que nunca ocurrió.
Del pueblo deshabitado, de la casa abandonada.
El peligro no existe. Sólo hay una noción
de éste en nuestras mentes, un cerco
del que no podemos escapar. Y no sabemos
que hay más allá.
Hay pocos que escapan. Y aún menos
que escapan y vuelven. Esos pocos son
los insanos, esos que vemos en la calle
y nos reímos internamente. Es porque no sabemos
que ellos saben lo que hay allá. Son ellos
los que se ríen de nosotros, y con razón.
Estoy corriendo en círculos por el laberinto
inexistente de mi imaginación. Siendo engañado
por las triquiñuelas de la vuelta inesperada.
Por las argucias de ese callejón sin salida,
que no da lugar a la escapatoria. El espectáculo
de lo maravilloso. La fanfarria de lo vacío.
La algarabía de los incrédulos, el carnaval
de lo inexistente. La gran contradicción.
La insensibilidad es el mayor flagelo del hombre.
La incapacidad de ser, ver, oír o llorar,
es un castigo desproporcionado. SIEMPRE.
Y la más dulce es la sobrexposición. Ya sea dolor
o placer, lo que uno guste, no hay nada mejor que sentir.
El pensamiento vuela, las palabras se arrastran,
las frases corren, agua del río.
Con la fuerza de un aluvión que consigo arrastra todo.
en los ojos de la bestia que acecha,
He sentido la cadencia
de esa sensación que llega antes del final.
He despertado de ese sueño letárgico,
que no te deja sentir. Y esa sensación,
es indescriptible. Como el murciélago,
que a pesar de ser espantoso, vuela.
Una catarsis
que no tiene principio ni fin,
ni razón de ser. Sólo es.
Y como no existe la tristeza,
no hay espacio para la felicidad.
Sólo la ocurrencia y la excitación
que viene cuando vemos la luz en el fondo
SOY PLENO, VIVO, SIENTO.
Y no hay lugar para nada en este mundo
que tenga sentido. La vana calidez de la emoción,
ese dulce candor de la cobardía.
La flecha que atraviesa el corazón
La luz que desaparece al final del día.
La inspiración es cara.
Hay que pagarla con humillación,
frustración, ridículo y fracaso.
Y hay que ser muy despierto para reconocerla.
Es ese manjar delicioso que luego retumba
en los pasillos de tus intestinos.
Es el placer seguido de la culpa.
La música que daña el tímpano
Y el libro que no te deja dormir.
Ese que te acosa hasta cuando vas al baño.
Que sorbe tu vida cual aspiradora del destino.
SIN LÍMITES, SÓLO ADVERTENCIAS QUE NUNCA ACABAN.
Que te informan de ese precipicio que nunca aparece.
Del choque que nunca ocurrió.
Del pueblo deshabitado, de la casa abandonada.
El peligro no existe. Sólo hay una noción
de éste en nuestras mentes, un cerco
del que no podemos escapar. Y no sabemos
que hay más allá.
Hay pocos que escapan. Y aún menos
que escapan y vuelven. Esos pocos son
los insanos, esos que vemos en la calle
y nos reímos internamente. Es porque no sabemos
que ellos saben lo que hay allá. Son ellos
los que se ríen de nosotros, y con razón.
Estoy corriendo en círculos por el laberinto
inexistente de mi imaginación. Siendo engañado
por las triquiñuelas de la vuelta inesperada.
Por las argucias de ese callejón sin salida,
que no da lugar a la escapatoria. El espectáculo
de lo maravilloso. La fanfarria de lo vacío.
La algarabía de los incrédulos, el carnaval
de lo inexistente. La gran contradicción.
La insensibilidad es el mayor flagelo del hombre.
La incapacidad de ser, ver, oír o llorar,
es un castigo desproporcionado. SIEMPRE.
Y la más dulce es la sobrexposición. Ya sea dolor
o placer, lo que uno guste, no hay nada mejor que sentir.
El pensamiento vuela, las palabras se arrastran,
las frases corren, agua del río.
Con la fuerza de un aluvión que consigo arrastra todo.
Jerry
9 de julio de 2014
Fue menos mío
Hay cosas complicadas,
Seré un llorón
y el amor,
que supera
todos los suspiros.
Que entrega alas para volar,
pero al mismo tiempo encadena a la ilusión.
Que asusta,
que alegra,
que sorprende de tal manera que enmudece perplejo,
que descoloca y uno no sabe ni cómo actuar, ni qué decir, ni pensar, nada...
Seré un llorón
y un preso
de tus caricias
si un día besas mi alma
y al otro
sólo veo tu
espalda/espada.
Ayer entibiaste mi alma y
hoy acaricio a un mástil inmóvil, duro, frío...
De mañana ya no sé que esperar.
Afuera pronostican lluvia, pero ni del clima ni del amor hay que fiarse.
Arrayán
Quien diría
Quien diría
que algún día
éste día llegaría.
Quien diría
que ésta historia
según su parecer
no sería.
Parece ser
que ningún ser
adivinar podría,
pues esa pega
le corresponde a los días,
los cuales van
al compás del tiempo
trazando infinitas vías.
Días que van empujándonos
como un guía,
aunque a veces
su noción
se vea perdida.
Escondida
entre la sombra y la luz
no apercibida,
y difusamente partida.
Quien diría
que ésta noche
no se dormiría
pero que aún así
se descansaría,
que la creciente luna
luz me daría
que junto a ti
mi alma
se encontraría.
Que sin moverme
haría una travesía.
Quien diría
que de manera incomprendida
las cosas cambiarían
así como los ánimos
inconscientemente varían.
Probablemente un errante lo pensaría
después de tanta "sonámbulería".
¡Al fin esa idea le vendría!
Quien diría
que el bufón
del rey se reiría,
que el ser humano
en esta tierra
en la peor plaga
se convertiría,
que aquel río
hacia el mar eternamente
fluiría,
que antes del fin
éste verso se colaría,
que de una línea a otra
esto terminaría,
que nuevamente
éste verso se colaría,
que de una línea a otra
ésto terminaría.
Tré
que algún día
éste día llegaría.
Quien diría
que ésta historia
según su parecer
no sería.
Parece ser
que ningún ser
adivinar podría,
pues esa pega
le corresponde a los días,
los cuales van
al compás del tiempo
trazando infinitas vías.
Días que van empujándonos
como un guía,
aunque a veces
su noción
se vea perdida.
Escondida
entre la sombra y la luz
no apercibida,
y difusamente partida.
Quien diría
que ésta noche
no se dormiría
pero que aún así
se descansaría,
que la creciente luna
luz me daría
que junto a ti
mi alma
se encontraría.
Que sin moverme
haría una travesía.
Quien diría
que de manera incomprendida
las cosas cambiarían
así como los ánimos
inconscientemente varían.
Probablemente un errante lo pensaría
después de tanta "sonámbulería".
¡Al fin esa idea le vendría!
Quien diría
que el bufón
del rey se reiría,
que el ser humano
en esta tierra
en la peor plaga
se convertiría,
que aquel río
hacia el mar eternamente
fluiría,
que antes del fin
éste verso se colaría,
que de una línea a otra
esto terminaría,
que nuevamente
éste verso se colaría,
que de una línea a otra
ésto terminaría.
Tré
8 de julio de 2014
Sin tiempo andas
El aire y el humo dentro de mi pecho, yo diría,
Eres tú,
Y otras cuantas olas,
De esas olas que la noche y la locura matan,
Que en la noche despiertan,
Que en la noche se levantan,
Saltan,
Aman,
Revientan,
¡Gritan!,
Y desaparecen.
De esas olas que hundirían cualquier barco de bandera negra
(Mi bote no tiene banderas)
De esas olas que son como tormentas,
Como la luna cuando se incendia,
Como esas gotas que caen a veces del cielo lóbrego,
De la copa de Dionisio,
O de la caja de cualquiera de esos niños que murieron en la calle,
Las que nos emborrachan.
O como uno de esos vientos de La Boca
Que soplaría serena y furiosamente
Mas tus ropas no bailarían,
Tu pelo tampoco.
El mío lo magrearías tú,
Con tu mano invisible,
Que tiene anillos invisibles,
Que mueve las flores también,
Y algunas hojas libres.
Sin tiempo andas.
Matías Mandujuano
6 de julio de 2014
[...]
Oh Ícaro, llévame al rincón de las estrellas
Nilo
despójame de las cuerdas que ahorcan mi mente,
Borra los mapas impuestos por otros,
Yo te ayudaré a volar más cerca del sol sin caer...
Surquemos juntos los cielos,
tracemos nuevos destinos,
Seamos uno con todo
que todo sea uno con nosotros.
Cómo el fénix ardamos en pasión y deseo,
que el odio no nos aplaque
que con la ira liberemos al mundo
del cáncer de las construcciones.
¡Despojémonos de nuestro ropaje!
Que nuestros cuerpos dejen de oler
a flores plásticas y fantasías inventadas,
Que nuestros cuerpos se reunan,
y descubramos el placer mutual,
de los cuerpos y el gozo.
Tu amor fantasmal gatuno
Las flores estaban ahí
frente a nuestras narices,
invisibles,
esperando nacer.
Yo venía del aguacero
y tu eras fuego del sol.
Las cartas fueron lanzadas
y la suerte estaba lista.
Pero los hilos del destino
fallaron. (o quizás no)
Y las flores
inexistentes
frente a nuestras narices
marchitaron. (tristes)
Elias Roth
frente a nuestras narices,
invisibles,
esperando nacer.
Yo venía del aguacero
y tu eras fuego del sol.
Las cartas fueron lanzadas
y la suerte estaba lista.
Pero los hilos del destino
fallaron. (o quizás no)
Y las flores
inexistentes
frente a nuestras narices
marchitaron. (tristes)
Elias Roth
Futuros presentes
Transito a la vida
porque no puedo
considerar esto
más que una cárcel
insignificante.
Aborrecibles mis cadenas
que de la realidad
no me dejan escapar
y ni siquiera
encajar.
Vagabundo hacía un futuro
no tan lejano
donde serán mis manos
las que construyan
los rieles de este tren.
No os miento porque
de plan no hay nada
improvisaré en la marcha
con lo que haya
al alcance de mis pasos.
No se hagan ilusiones
ni falsas imágenes
está hecho de nubes este camino
mañana puedo morir acá en el sur
o terminar en un campo vietnamita.
Menos se preocupen
si llego a desaparecer
habré llegado a la vida
y a todo lo que
merecí en una juventud.
Transito a la vida
y creo estar bien encaminado
a la fatiga mi alma esquiva
y mis muertos marchan
a mi lado.
Elias Roth
porque no puedo
considerar esto
más que una cárcel
insignificante.
Aborrecibles mis cadenas
que de la realidad
no me dejan escapar
y ni siquiera
encajar.
Vagabundo hacía un futuro
no tan lejano
donde serán mis manos
las que construyan
los rieles de este tren.
No os miento porque
de plan no hay nada
improvisaré en la marcha
con lo que haya
al alcance de mis pasos.
No se hagan ilusiones
ni falsas imágenes
está hecho de nubes este camino
mañana puedo morir acá en el sur
o terminar en un campo vietnamita.
Menos se preocupen
si llego a desaparecer
habré llegado a la vida
y a todo lo que
merecí en una juventud.
Transito a la vida
y creo estar bien encaminado
a la fatiga mi alma esquiva
y mis muertos marchan
a mi lado.
Elias Roth
5 de julio de 2014
Sé
Sé el artífice de tus propios sueños,
Sé el fuego que destruye las barreras de tu encierro,
Sé el newen del mapuche que lucha contra el capital y su ego,
Sé el acto que decide pararse del suelo para intentarlo denuevo.
Sé la emoción de un niño al ganar un juego,
Sé la razón para que una chiquilla te diga nos vemos luego,
Sé la ignición por la que un fósforo se vuelve fuego,
Sé la razón tu rima y el verso de tu sosiego.
Tré - Lacan
Sé el fuego que destruye las barreras de tu encierro,
Sé el newen del mapuche que lucha contra el capital y su ego,
Sé el acto que decide pararse del suelo para intentarlo denuevo.
Sé la emoción de un niño al ganar un juego,
Sé la razón para que una chiquilla te diga nos vemos luego,
Sé la ignición por la que un fósforo se vuelve fuego,
Sé la razón tu rima y el verso de tu sosiego.
Tré - Lacan
4 de julio de 2014
Extracto de "Sobre héroes y tumbas" de Ernesto Sabato
— ¡Qué feliz fui aquella tarde!
Arrepintiéndose y avergonzándose en seguida de semejante
frase, tan íntima y patética. Pero Bruno, no se rió, ni se sonrió (Martín lo
miraba casi aterrado), sino que permaneció pensativo y serio, mirando hacia el
río. Y cuando, después de un largo rato, Martín imaginaba que no haría ningún
comentario, dijo:
—Así se da la felicidad.
¿Qué quería decir? Se quedó escuchándolo, anhelante, como
siempre que se trataba de algo vinculado a Alejandra.
—En pedazos, por momentos. Cuando uno es chico espera la
gran felicidad, alguna felicidad enorme y absoluta. Y a la espera de ese
fenómeno se dejan pasar o no se aprecian las pequeñas felicidades, las únicas
que existen. Es como…
Se calló, sin embargo. Al rato continuó:
—Imagínese un mendigo que desdeña limosnas por el camino,
porque le han dado el dato de un formidable tesoro. Un tesoro inexistente.
Volvió a sumirse en sus pensamientos.
—Parecen fruslerías: una conversación apacible con un amigo.
A lo mejor esas gaviotas que vuelan en círculos. Este cielo. La cerveza que
tomamos hace un rato.
Se movió.
—Se me ha dormido una pierna. Es como si a uno le inyectaran
soda.
Se bajó y luego agregó:
—A veces pienso que esas pequeñas felicidades existen
precisamente porque son pequeñas. Como esa gente insignificante que pasa inadvertida.
Volvió a sumirse en sus pensamientos.
El extremo
1.-
Desperté una noche en Santiago. Aún no recuerdo cuándo me quedé dormido ni el día en que llegué a esta ciudad. Tampoco sé muy bien de dónde vengo. Sé quién soy, o creo saberlo. En mi casa ya estaban todos despiertos, aunque a algunos los mecía el sueño de vez en cuando, en ciertas horas de flaqueza. Pero a fin de cuentas ya se habían despertado, y eso era lo que importaba. Yo, en cambio, fui el último en hacerlo, aunque siento que mi vigilia será tenaz y definitiva, a diferencia de las otras.
Desperté una noche en Santiago. Aún no recuerdo cuándo me quedé dormido ni el día en que llegué a esta ciudad. Tampoco sé muy bien de dónde vengo. Sé quién soy, o creo saberlo. En mi casa ya estaban todos despiertos, aunque a algunos los mecía el sueño de vez en cuando, en ciertas horas de flaqueza. Pero a fin de cuentas ya se habían despertado, y eso era lo que importaba. Yo, en cambio, fui el último en hacerlo, aunque siento que mi vigilia será tenaz y definitiva, a diferencia de las otras.
Alguien toca la puerta.
Es el vecino y viene a pedirnos ayuda porque su perro se ha escapado. Mi
padre lo hace pasar al mismo tiempo que sale él a la calle a ver, inútilmente,
si es que el perro podía aparecer. Quizás él también quería escapar.
Entonces, habiéndome recién levantado, acabo topándome con
el vecino en el umbral de la sala de estar. Me saluda afectuosamente, como
siempre. Pero yo no respondo de la misma manera; hoy me parece irreconocible,
lo veo de otra forma, como si recién ahora pudiera distinguir cada arruga e
imperfección en su rostro, con cierto escrutinio pesimista y hostil de mi parte.
Es por eso que me queda mirando con ojos inquietados (aparte de la causa que lo
traía hasta mi casa), con su mano estirada y una sonrisa aún vigente. Falsa,
pero vigente.
Luego me incorporé:
- ¿Cómo estás?, disimulé (o al menos creí hacerlo).
- Bueno… aquí medio
preocupado por lo del perro. ¿Te pasa algo?
Mi silencio se vio quebrado por la voz atolondrada de mi
madre.
2.-
Hace un par de días que no puedo quedarme dormido, pero debe
ser por el aparente desfase que tengo. Mi vigilia sí ha resultado ser tenaz
pero ahora, sin embargo, siento náuseas. No tengo hambre, ni mucho menos sueño.
Pero creo que necesito dormir, para despejarme un poco. O abstraerme, más bien.
Algo breve y ligero eso sí, no vaya a ser que se me pase la vida nuevamente.
Estar tanto tiempo despierto es irritante y creo pasar más tiempo con el ceño
fruncido. La desesperación aun no me toca, pero por cómo van las cosas…
¿Es música lo que oigo? Pareciera ser algo de Mahler.
Impecable, por cierto.
Mahler… así se llama el perro extraviado de mi vecino, que
en mis padres creyera haber encontrado el consuelo frente a su soledad. Aunque
deseo que se marche, que se marche, que se marche. Bueno, a mis padres ya los
empieza a vencer el sueño. Y una luz total va prosperando sobre sus rostros.
¿Estarán cayendo también?
3.-
Cinco días sin dormir y creo que esto ya llegó demasiado
lejos. Soy más que irritable; “colérico”, según la gente. Y no sin razón: cada
interpelación termina en mi furia, en peleas, en golpes tentativos. Ya no se me
puede decir nada. Y me estoy odiando pero no lo puedo controlar, no me logro
corregir. Es como si hace cinco días hubiera abierto los ojos y con ellos los
poros por donde brota mi beligerancia. Soy hosco en mi propio hogar y el mundo
me es insostenible, y él mismo me grita y me advierte sobre mi vida, sesgada en
su visión de la realidad y absurdamente combativa. Como si tratara de debatir
sabiendo que no tengo argumentos y que el otro sí los tiene. Pero qué estúpido,
siempre tratando de tener la última palabra, por más etérea que fuese.
4.-
Me fui de mi casa. Supongo que las razones del porqué ya han sido
explicadas.
“¿Te pasa algo?” Aquella pregunta aún circula por mi mente, pero
ahora puedo responderla porque he podido, finalmente, quedarme dormido.
5.-
Qué tranquilidad: me he vuelto un ser más apacible, parecido
al de siempre. Ahora tengo lucidez y calma frente a mis preocupaciones.
Qué inquietud: me he mirado al espejo y he vuelto a reconocer
este rostro.
Nada ha cambiado pero ya nada es lo mismo que antes.
Chicha Ruidosa
Extracto II de "Rayuela" de Julio Cortazar
Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara que mira hacia atrás abre grandes los ojos, la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas fotos y Jano es de golpe cualquiera de nosotros. Todo esto se lo voy diciendo a Crevel pero es con la Maga que hablo, ahora que estamos tan lejos. Y no le hablo con las palabras que sólo han servido para no entendernos, ahora que ya es tarde empiezo a elegir otras, las de ella, las envueltas en eso que ella comprende y que no tiene nombre, auras y tensiones que crispan el aire entre dos cuerpos y llenan de polvo de oro una habitación o un verso. ¿Pero no hemos vivido así todo el tiempo, lacerándonos dulcemente? No, no hemos vivido así, ella hubiera querido pero una vez más yo volví a sentar el falso orden que disimula el caos, a fingir que me entregaba a una vida profunda de la que sólo tocaba el agua terrible con la punta de pie. Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impuso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada. Yo los busco, los encuentro, los miro desde el puente, ella los nada. Y no lo sabe, igualita a la golondrina. No necesita saber como yo, puede vivir en el desorden sin que ninguna conciencia de orden la retenga. Ese desorden que es un orden misterioso, esa bohemia del cuerpo y el alma que le abre de par en par las verdaderas puertas. Su vida no es desorden más que para mí, enterrado en perjuicios que desprecio y respeto al mismo tiempo. Yo, condenado a ser absuelto irremediablemente por la Maga que me juzga sin saberlo. Ah, dejame entrar, dejame ver algún día como ven tus ojos.
Búsqueda del sentido en la caminata
- Atentamente, razoné que la vida no tenía sentido.
Acabo de pisar la tapa de una alcantarilla y no sé si lo que sonó fue la propia tapa, con su sonido grave y metálicoxidado, o la tos de un borracho a lo lejos y su botella de vino estrellándose contra el piso.
- Un sentido, ¿y en pos de quién?
La ciudad me fue ocultada por la neblina y su propio silencio. Reconocí ciertas casas, ciertos vacíos aéreos. La propia mano del tiempo se encargó de borrar el quiosco de la esquina. Ahora no hay nada, solo un espacio de cemento abandonado.
- No un sentido como fin sino como medio.
Si me apuñalan en la aorta antes de cumplir veinte años... No sé, prefiero ni pensarlo. O si en veinte años me encuentre por fin entre los brazos de aquella chiquilla del colegio, aquella a quien le debo mi devoción adolescente. Si he de tener solo una, entonces me queda vivirla, y nada más.
No busques nada que no irás a palpar, no solo con tu piel, sino también con tu nerviosismo.
Busca, si es que en realidad fuiste necio, el calor corporal en tu labio superior.
Chicha Ruidosa
Acabo de pisar la tapa de una alcantarilla y no sé si lo que sonó fue la propia tapa, con su sonido grave y metálicoxidado, o la tos de un borracho a lo lejos y su botella de vino estrellándose contra el piso.
- Un sentido, ¿y en pos de quién?
La ciudad me fue ocultada por la neblina y su propio silencio. Reconocí ciertas casas, ciertos vacíos aéreos. La propia mano del tiempo se encargó de borrar el quiosco de la esquina. Ahora no hay nada, solo un espacio de cemento abandonado.
- No un sentido como fin sino como medio.
Si me apuñalan en la aorta antes de cumplir veinte años... No sé, prefiero ni pensarlo. O si en veinte años me encuentre por fin entre los brazos de aquella chiquilla del colegio, aquella a quien le debo mi devoción adolescente. Si he de tener solo una, entonces me queda vivirla, y nada más.
No busques nada que no irás a palpar, no solo con tu piel, sino también con tu nerviosismo.
Busca, si es que en realidad fuiste necio, el calor corporal en tu labio superior.
Chicha Ruidosa
1 de julio de 2014
Sin nombre
Recuerdo haber llegado
Como llega quien no tiene donde.
Ahí, en ese lugar sin rostro
Todo era muy caro.
Hacía frío,
Ese frío de los fuegos que no calientan
Y los chalecos que no abrigan
Entre nada encontré una banca.
Me senté porque era lo más sensato que podía hacer.
Vi pasar muchos cuerpos y dos almas,
Sólo dos almas con las que pude amar entre tan poco.
La primera se acercó tambaleante,
Le di a fumar de mi cigarrillo,
Me dijo su nombre
Y lo olvide de inmediato.
La segunda se acercó tímida,
Tenía en el rostro lágrimas falsas,
Mas su pena era verdadera.
Le acaricie la cabeza
Y nos sentimos bien.
Se acostó por un momento junto a mí.
Solo un momento,
Después se paró y se fue,
Pues se dio cuenta
Que yo me iría también.
Matías Mandujuano
(no) Soy yo
Un aullido fue
lo que me despertó
pero cuando me asomé
por la ventana
no había nada
cerca.
Tres veces más
mi noche se interrumpió
y yo buscando en vano
al torturador de mis
noches, sin saber
que aquellos
gritos
eran/son
YO.
Thor
lo que me despertó
pero cuando me asomé
por la ventana
no había nada
cerca.
Tres veces más
mi noche se interrumpió
y yo buscando en vano
al torturador de mis
noches, sin saber
que aquellos
gritos
eran/son
YO.
Thor
La canción es canción y la poesía es para otra gente
Sé leer en tus ojos y verme solo
prender un cigarro a mi silencio
morir de heridas
Sé colgarme la guitarra
esconderme en un libro
y cantar
Supe envolverte en palabras
vivir en el hueco de tu mano
y otras cosas que olvidé
Sé salir del desorden de mi vida
caminar por la vereda de los duendes
y esperarte llegar
Sé darle de comer al poeta
versos magros
mentir con la verdad
Carlos Kuraiem
Más la voz que el tiempo
Quería escribir y me dolía.
Toda la tarde atado al escritorio,
a un papel sobre la mesa de trabajo,
equivocándome,
defendiéndome del error y del ocaso.
Quiero decir que pasaron horas,
luego días: ¿y cómo entender la existencia
que refulgió en el aire y en penumbra?
¿Cómo decirlo exactamente, cómo trazarlo
con bolígrafo o a lápiz?
Lento es rememorar en claro,
recorrer las sombras del recuerdo
allí también está la vida.
Memoria mía, memoria mía,
dame lo que es mío y enséñame
la pura manera de contar lo que se ha ido
que pueda más la voz que el tiempo.
Tino Villanueva
Sin nombre
Sopla viento
barre mi cara
aquí estoy con mi espada de palo
haciendo la guerra
Sopla
arráncale el pelo a la lluvia
quiebra las gaviotas
desangra este lápiz
cuesta abajo
al violín de los delfines
a la luz del sol
desde este agujero
al ojo de la tormenta
a los ancianos
que vuelan como papeles
en la noche
al llanto congelado
sobre el cuerpo de los peces
Sopla
Sopla, que aquí estamos
los rabiosos inocentes
tratando de derribar a piedrazos
esta oscuridad.
Marcelo Paredes
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