18 de agosto de 2014

Knock out

El recuerdo de aquella noche, me golpeó la memoria hasta el knock out. Toda forma de maniobrar fue dada por la sombras y la penumbra inundaba facciones entremezclándose con la intención del colchón. Pero comenzar con el amor es cosa de la imaginación. No me dio ni siquiera la posibilidad de aceptarla, se convulsionó en mí como una tormenta en cólera dispuesta a incendiar al Amazonas de mis temores. La charla fue pasajera, las palabras salían de mi boca arrastrándose por mis labios oprimidos y resecos, incapaces de pronunciar palabras de más de tres sílabas producto de profundas llagas perpetuadas por el clima de la costa. De su boca decir que era un baile. La lengua deseaba imperiosamente extender sus límites y saborear cada movimiento generativo del diálogo. Mis silencios fueron la bienvenida de su voz. El traslado a la cama fue mediado por una estación fútil y fría. La habitación nos esperaba con apenas el reflejo de una oxidada lámpara apuntando el respaldo de madera, desde donde colgaban fotografías borrosas y antiguas, hilos desde el techo y fragmentos de sueños. 
El frío nos pegaba por nuestros miedos. 
La abracé con fuerza de inviernos solos, 
La besé con ganas de hacerlo antes y después del ahora del beso, 
Permitimos la queja placentera, el alarido de furor nos atoraba y nos ahogaba hasta desvanecernos. 
El devenir era de humo y sombras, la luna en su vértice en un cielo minúsculo apenas visto por un fragmento de ventana iluminaba nuestros cigarrillos que brillaban y desvanecían, brillaban y desvanecía su cuerpo, consumiendo a cada inhalada bocanadas de densidad y noche. El colchón no nos oponía resistencia e inertes en él nos sentíamos a gusto como niños bajo frazadas. Escuché su verdadera voz, esa que sólo se dice en silencio fúnebre, noche y amor. Escuché su verdadero amor y luego de repetirnos el acto, cuando el alba ya asomaba y deseaba comenzar su opereta, nosotros, los de la noche, humo y amor, nos derretimos bajo un frío tenebroso de almas plenas y corazones inseguros.

Tabor 

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