El eco de mi voz
no retumba en la pared
¿acaso soy mudo
que no escucho las penas cantar?
El tímido silbido
no escapa de su jaula
sin que sus pasos manchen
el cuarto vacío.
Me río en silencio
para no asustar
esos curiosos espías
que miran por lo bajo.
Si la tela respira
no soy el único muerto
ni el loco solitario
que todos apuntan.
La prueba de la inconsistencia
estaría
notablemente
explícita.
Si miras mis ojos
mírame bien
que ahora el lobo derrumbaría
esos muros que tan edificados
ocultan mis dichas.
Thor
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