Los dos se encontraron en medio del bosque, no se habían visto nunca. Jamás pensaron que fuera a existir un ser similar. Jamás creyeron que se verían a si mismos en otro cuerpo.
Al verse los dos dejaron todo lo que estaban haciendo, dejaron las rudimentarias herramientas y armas en el suelo. Al principio se agacharon creyendo que era un animal hostil.... Pero no. No con esos ojos, con esa mirada... Nerviosos los dos se hacen un amago de saludo... No saben como reaccionar... No saben que hacer, todo es muy extraño... irreal... onírico... Se yerguen. Se observan cautos, conocindo y reconociendose en el otro. Una... No. Dos sonrisas aparecen reflejadas entre los entes corpóreos.
Se movió.
Quitó las ramas que obstaculizan sus piernas y da el primer paso... Se acercó lentamente... Que extraño parecía todo... Cuerpos desnudos mostrándose a las miradas. El sol que comienza a decaer se revela en sus pieles. Si...
Esbeltos seres se acercaron a darse a conocer... Sin saber como hacerlo, sus gestos hablaban comprensivos, a la vez que sus palabras eran inentendibles... Pasado un tiempo, de una manera u otra se encendió una llama en el suelo, iluminando la penumbra, siendo apoyada por los mismos astros; el sol ya no rebotaba en sus pieles. La llama dividía a la recién conocida pareja...
No se entendían con palabras, sus miradas lo decían todo. Se observaban cuidadosamente, cada expresión debía significar algo... Sus ojos, sus brazos, sus genitales, sus pechos, sus piernas debían significarle algo... Tan parecidos, tan distintos, tan lejanos, tan cercanos...
La piel amarilla por la luz del fuego se encontró con su contraria. Se sintieron... Que extraño se sentían sus dedos al recorrer la piel de otro ser... Que extraños besos se daban... Nunca lo habían hecho... No sabían por que lo hacían, pero querían seguir... Los sabores de la piel... del sudor... Ése día, algo maravilloso descubrieron... Se llevaron a cada uno en su memoria, se guardaron en sus oídos, recuerdan siempre sus sabores...
La marca será eterna.
Esa noche germinó un nuevo silencio... No era el silencio que genera la falta de animales corriendo o la de pájaros graznando. Era un silencio que le seguía al respirar acompasado de los dos cuerpos unidos, era un silencio que los envolvía, que los protegía.
Y este silencio, era de ellos.
Anónimx
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