27 de junio de 2014

Infinita

Me protejo de la soledad de algún instante
estoy oculto en las vísceras de tu voz
Como una curvatura que nos deja la memoria
el escondite de la noche
espera tu retorno
Otorgo prórroga en la oración de los impíos
un tragaluz del alma muestra lejano
tu destino de gestos animales acariciando
la escasez en la distancia
Los minutos se degüellan
por un trozo de tu resurrección
cerquita un demonio anda desahuciado
Se precipita bajo mi castigo
en tu mejilla
Mi sangre.

René Silva Catalán 

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