El hombre no veía nada más que fotografías
Y en eso, el flash le robó la vista.
Y en lo oscuro, lo importante olvidó.
De palos se transformaron sus oídos
Que no querían escuchar
Aquella tenue tonada de amor
Oculta tras los gritos desesperados.
Sordo, necio y triste.
El niño lloraba
Porque no podía bailar,
No había instrumentos
Que lo pudiesen guiar.
Eran cristalinos sus pasos
Y de oro sus pisadas,
Pero le cortaron los brazos
Los pies, las carcajadas…
El tiempo sana
Y un milagro puede hacer
Que bese el sol a la luna
Que separe el alma de la piel.
Por mientras el hombre hiere
Al que se alce contra él
A quien no siga su palabra
A quien atente a su sien.
Cruces se transforman en deudas
En firmas prescritas en lo eterno
En un juego invisible de ajedrez.
Vendrán tiempos lluviosos
Para el hombre que envejece
Y para el niño que ve al viento danzar.
Vendrán tiempos de ira
Vendrán tiempos de paz.
Elias Roth
No hay comentarios:
Publicar un comentario