5 de enero de 2015

Reinventación

Seré lo que el viento nunca arrastró
la piedra que vive sin bailes ni patrones
y reiré con la misma risa silenciosa
cuando los tiempos caigan muertos.
Habré vencido si las atas no me amarran
si salgo ileso del fuego que purga
y del mar que ablanda.
Seré un grito hacia adentro
un ateo convencido que Dios existe
y sin mirarme a los ojos
entenderé cuál es mi propósito.
Lloraré sin pena
ni vergüenza de ser vida azarosa
y cuando derramé aquellas lágrimas sobre los pétalos de la historia,
reiré sin la memoria que carga con la culpa.
Seré un verdadero ajeno
y ni a nombres ni a lugar responderé.
Seré nebulosa, incierta y libre nebulosa,
extraña por naturaleza y fe.

T.

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