17 de enero de 2015

Pareidolia

Voy a darte el cielo aunque no me pertenece, te entrego el sol con su fructífera y eternal energía. Sabio alimentara tu sangre, que es la misma que incinera mi angustia cuando por amplio tiempo mis manos vacías transitan sin ti. Nace una rama curvada en la cara a la altura de los labios, te miro y brotan las hojas, las de nuestra felicidad momentánea pero perfecta, ese calor contenido en tu envase de madre y tu alma de fénix. Las flores surgen más tarde con el cariño y la bondad del tiempo. Mi agonía se marcha, pronto hay pa` fumar me digo y suena chistoso.


Tespis

No hay comentarios: