Las imprecisiones quedaron obsoletas
y una vez más estoy con el morral abierto a la locura
los días fueron fines antagónicos
y el reloj marcó el presente exacto
Doy la primera pisada sin trabajo alguno y me esperan los cañones
de pie bailan en mi perseverante ausencia
celebran la llegada venidera
Un dos tres por el camino que nunca brotó
si la mirada espina avanza
mal de las piernas ficticias que se cansaron
Del más acá todo es posible
y el pensamiento que se arrepiente
la horca lo apretará sin fe
Atentos los detectives indómitos
un comienzo sin final
es un eterno espiral.
V.T.
20 de enero de 2015
Extracto de "El Anticristo" de Friedrich Nietzsche
"La humanidad no supone una evolución hacia un tipo mejor, más fuerte o más elevado, en la forma como se lo cree hoy día. El “progreso” no es más que una noción moderna, vale decir, una noción errónea. El europeo de ahora es muy inferior al europeo del Renacimiento; la evolución no significa en modo alguno y necesariamente acrecentamiento, elevación, potenciación.
En un sentido distinto cuajan constantemente en los más diversos puntos del globo y en el seno de las más diversas culturas, casos particulares en los que se ma nifiesta en efecto un tipo superior: un ser que en com paración con la humanidad en su conjunto viene a ser algo así como un superhombre. Tales casos excep cionales siempre han sido posibles y acaso lo serán siempre. Y linajes, pueblos enteros pueden encarnar eventualmente tal golpe de fortuna."
En un sentido distinto cuajan constantemente en los más diversos puntos del globo y en el seno de las más diversas culturas, casos particulares en los que se ma nifiesta en efecto un tipo superior: un ser que en com paración con la humanidad en su conjunto viene a ser algo así como un superhombre. Tales casos excep cionales siempre han sido posibles y acaso lo serán siempre. Y linajes, pueblos enteros pueden encarnar eventualmente tal golpe de fortuna."
Crítica a la sociedad
Lo que no me gusta de esta sociedad es toda la gama de prejuicios
que tiene la gente de ahora.
Y actúan según esos prejuicios.
¿Hasta cuando hay tantas diferencias, si somos todos iguales?
Para mí, no existen dos salidas.
También en esta sociedad son todos unos cobardes porque no se
atreven a decir lo que piensan del otro, sin duda, si dialogamos
más, pasaríamos por esta sociedad en forma más serena.
Jorge Langhaus
que tiene la gente de ahora.
Y actúan según esos prejuicios.
¿Hasta cuando hay tantas diferencias, si somos todos iguales?
Para mí, no existen dos salidas.
También en esta sociedad son todos unos cobardes porque no se
atreven a decir lo que piensan del otro, sin duda, si dialogamos
más, pasaríamos por esta sociedad en forma más serena.
Jorge Langhaus
Extractos de "El lobo estepario" de Herman Hesse
I
"Me daba cuenta (y mi tía, que, en contraposición a mí, no es en absoluto una intelectual, notaba exactamente lo mismo), me daba cuenta de que aquel hombre estaba enfermo, de algún modo enfermo del espíritu, del ánimo o del carácter, y me defendía contra él con el instinto del hombre sano. Esta repulsa fue sustituida en el transcurso del tiempo por simpatía, que tenía por base una gran compasión hacia este grave y perpetuo paciente, de cuyo aislamiento y de cuya muerte interna yo era testigo presencial. En este período fui teniendo conciencia cada vez más clara de que la enfermedad de este hombre no dependía de defectos de su naturaleza, sino, por el contrario, únicamente de la gran abundancia de sus dotes y facultades disarmónicas. Pude comprobar que Haller era un genio del sufrimiento, que él, en el sentido de muchos aforismos de Nietzsche, se había forjado dentro de sí una capacidad de sufrimiento ilimitada, genial, terrible. Al mismo tiempo comprendí que la base de su pesimismo no era desprecio del mundo, sino desprecio de sí mismo, pues si bien hablaba sin miramientos y con un sentido demoledor de instituciones y de personas, nunca se excluía a sí, siempre era él mismo el primero contra quien dirigía sus ?echas, era él mismo el primero a quien odiaba y negaba..."
II
"Ninguna idea le era más odiosa y horrible que la de tener que ejercer un cargo, someterse a una distribución del tiempo, obedecer a otros. Una oficina, una cancillería, un negociado eran cosas para él tan execrables como la muerte, y lo más terrible que pudo vivir en sueños fue la reclusión en un cuartel. A todas estas situaciones supo sustraerse, a veces mediante grandes sacrificios. En esto estaba su fortaleza y su virtud, aquí era inflexible, aquí era su carácter firme y rectilíneo. Pero a esta virtud estaban íntimamente ligados su sufrimiento y su destino. Le sucedía lo que les sucede a todos; lo que él, por un impulso muy íntimo de su ser, buscó y anheló con la mayor obstinación, logró obtenerlo, pero en mayor medida de la que es conveniente a los hombres. En un principio fue su sueño y su ventura, después su amargo destino. El hombre poderoso en el poder sucumbe; el hombre del dinero, en el dinero; el servil y humilde, en el servicio; el que busca el placer, en los placeres. Y así sucumbió el lobo estepario en su independencia. Alcanzó su objetivo, fue cada vez más independiente, nadie tenía nada que ordenarle, a nadie tenía que ajustar sus actos, sólo y libremente determinaba él a su antojo lo que había de hacer y lo que había de dejar. Pues todo hombre fuerte alcanza indefectiblemente aquello que va buscando con verdadero ahínco."
III
"Que hombres de tales posibilidades salgan del paso con lobos esteparios y <hay viviendo dos almas en mi pecho>, es tan extraño y entristecedor como que muestren con frecuencia aquella afición cobarde a lo burgués. Un hombre capaz de comprender a Buda, un hombre que tiene noción de los cielos y abismos de la naturaleza humana, no debería vivir en un mundo en el que dominan el common sense, la democracia y la educación burguesa. Sólo por cobardía sigue viviendo en él, y cuando sus dimensiones lo oprimen, cuando la angosta celda de burgués le resulta demasiado estrecha, entonces se lo apunta a la cuenta del <lobo* y no quiere enterarse de que a veces el lobo es su parte mejor. A todo lo fiero dentro de silo llama lobo y lo tiene por malo, por peligroso, por terror de los burgueses; pero él, que cree, sin embargo, ser un artista y tener sentidos delicados, no es capaz de ver que fuera del lobo, detrás del lobo, viven otras muchas cosas en su interior; que no es lobo todo lo que muerde; que allí habitan además zorro, dragón, tigre, mono y ave del paraíso. Y que todo este mundo, este completo edén de miles de seres, terribles y lindos, grandes y pequeños, fuertes y delicados, es ahogado y apresado por el mito del lobo, lo mismo que el verdadero hombre que hay en él es ahogado y preso por la apariencia de hombre, por el burgués."
IV
"Todo esto es claro y sencillo; todo hombre podría comprenderlo, podría llegar a la misma conclusión con una sola hora de meditación. Pero ninguno quiere eso, ninguno quiere evitar la guerra próxima, ninguno quiere ahorrarse a sí mismo y a sus hijos la próxima matanza de millones de seres, si no puede tenerlo más barato. Meditar una hora, entrar un rato dentro de sí e inquirir hasta qué punto tiene uno parte y es corresponsable en el desorden y en la maldad del mundo; mira, eso no lo quiere nadie. Y así seguirá todo, y la próxima guerra se prepara con ardor día tras día por muchos miles de hombres. Esto, desde que lo sé, me ha paralizado y me ha llevado a la desesperación, ya que no hay para mí «patria» ni ideales, todo eso no es más que escenario para los señores que preparan la próxima carnicería."
V
"¿Crees que no soy capaz de comprender tu terror ante el fox-trot, tu repugnancia hacia los bares y los locales de baile, tu resistencia contra la música de jazz y todas estas cosas? Demasiado bien lo comprendo, y lo mismo tu aversión a la política, tu tristeza por la palabrería y el irresponsable hacer que hacemos de los partidos y de la Prensa, tu desesperación por la guerra, por la pasada y por la venidera, por la manera cómo hoy se piensa, se lee, se construye, se hace música, se celebran fiestas, se promueve la cultura. Tienes razón, lobo estepario, mil veces razón, y, sin embargo, has de sucumbir. Para este mundo sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de más. El que hoy quiera vivir y alegrarse de su vida, no ha de ser un hombre como tú ni como yo. El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma, en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no es hogar este bonito mundo que padecemos…"
"Me daba cuenta (y mi tía, que, en contraposición a mí, no es en absoluto una intelectual, notaba exactamente lo mismo), me daba cuenta de que aquel hombre estaba enfermo, de algún modo enfermo del espíritu, del ánimo o del carácter, y me defendía contra él con el instinto del hombre sano. Esta repulsa fue sustituida en el transcurso del tiempo por simpatía, que tenía por base una gran compasión hacia este grave y perpetuo paciente, de cuyo aislamiento y de cuya muerte interna yo era testigo presencial. En este período fui teniendo conciencia cada vez más clara de que la enfermedad de este hombre no dependía de defectos de su naturaleza, sino, por el contrario, únicamente de la gran abundancia de sus dotes y facultades disarmónicas. Pude comprobar que Haller era un genio del sufrimiento, que él, en el sentido de muchos aforismos de Nietzsche, se había forjado dentro de sí una capacidad de sufrimiento ilimitada, genial, terrible. Al mismo tiempo comprendí que la base de su pesimismo no era desprecio del mundo, sino desprecio de sí mismo, pues si bien hablaba sin miramientos y con un sentido demoledor de instituciones y de personas, nunca se excluía a sí, siempre era él mismo el primero contra quien dirigía sus ?echas, era él mismo el primero a quien odiaba y negaba..."
II
"Ninguna idea le era más odiosa y horrible que la de tener que ejercer un cargo, someterse a una distribución del tiempo, obedecer a otros. Una oficina, una cancillería, un negociado eran cosas para él tan execrables como la muerte, y lo más terrible que pudo vivir en sueños fue la reclusión en un cuartel. A todas estas situaciones supo sustraerse, a veces mediante grandes sacrificios. En esto estaba su fortaleza y su virtud, aquí era inflexible, aquí era su carácter firme y rectilíneo. Pero a esta virtud estaban íntimamente ligados su sufrimiento y su destino. Le sucedía lo que les sucede a todos; lo que él, por un impulso muy íntimo de su ser, buscó y anheló con la mayor obstinación, logró obtenerlo, pero en mayor medida de la que es conveniente a los hombres. En un principio fue su sueño y su ventura, después su amargo destino. El hombre poderoso en el poder sucumbe; el hombre del dinero, en el dinero; el servil y humilde, en el servicio; el que busca el placer, en los placeres. Y así sucumbió el lobo estepario en su independencia. Alcanzó su objetivo, fue cada vez más independiente, nadie tenía nada que ordenarle, a nadie tenía que ajustar sus actos, sólo y libremente determinaba él a su antojo lo que había de hacer y lo que había de dejar. Pues todo hombre fuerte alcanza indefectiblemente aquello que va buscando con verdadero ahínco."
III
"Que hombres de tales posibilidades salgan del paso con lobos esteparios y <hay viviendo dos almas en mi pecho>, es tan extraño y entristecedor como que muestren con frecuencia aquella afición cobarde a lo burgués. Un hombre capaz de comprender a Buda, un hombre que tiene noción de los cielos y abismos de la naturaleza humana, no debería vivir en un mundo en el que dominan el common sense, la democracia y la educación burguesa. Sólo por cobardía sigue viviendo en él, y cuando sus dimensiones lo oprimen, cuando la angosta celda de burgués le resulta demasiado estrecha, entonces se lo apunta a la cuenta del <lobo* y no quiere enterarse de que a veces el lobo es su parte mejor. A todo lo fiero dentro de silo llama lobo y lo tiene por malo, por peligroso, por terror de los burgueses; pero él, que cree, sin embargo, ser un artista y tener sentidos delicados, no es capaz de ver que fuera del lobo, detrás del lobo, viven otras muchas cosas en su interior; que no es lobo todo lo que muerde; que allí habitan además zorro, dragón, tigre, mono y ave del paraíso. Y que todo este mundo, este completo edén de miles de seres, terribles y lindos, grandes y pequeños, fuertes y delicados, es ahogado y apresado por el mito del lobo, lo mismo que el verdadero hombre que hay en él es ahogado y preso por la apariencia de hombre, por el burgués."
IV
"Todo esto es claro y sencillo; todo hombre podría comprenderlo, podría llegar a la misma conclusión con una sola hora de meditación. Pero ninguno quiere eso, ninguno quiere evitar la guerra próxima, ninguno quiere ahorrarse a sí mismo y a sus hijos la próxima matanza de millones de seres, si no puede tenerlo más barato. Meditar una hora, entrar un rato dentro de sí e inquirir hasta qué punto tiene uno parte y es corresponsable en el desorden y en la maldad del mundo; mira, eso no lo quiere nadie. Y así seguirá todo, y la próxima guerra se prepara con ardor día tras día por muchos miles de hombres. Esto, desde que lo sé, me ha paralizado y me ha llevado a la desesperación, ya que no hay para mí «patria» ni ideales, todo eso no es más que escenario para los señores que preparan la próxima carnicería."
V
"¿Crees que no soy capaz de comprender tu terror ante el fox-trot, tu repugnancia hacia los bares y los locales de baile, tu resistencia contra la música de jazz y todas estas cosas? Demasiado bien lo comprendo, y lo mismo tu aversión a la política, tu tristeza por la palabrería y el irresponsable hacer que hacemos de los partidos y de la Prensa, tu desesperación por la guerra, por la pasada y por la venidera, por la manera cómo hoy se piensa, se lee, se construye, se hace música, se celebran fiestas, se promueve la cultura. Tienes razón, lobo estepario, mil veces razón, y, sin embargo, has de sucumbir. Para este mundo sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de más. El que hoy quiera vivir y alegrarse de su vida, no ha de ser un hombre como tú ni como yo. El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma, en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no es hogar este bonito mundo que padecemos…"
17 de enero de 2015
Pareidolia
Voy a darte el cielo aunque no me pertenece, te entrego el sol con su fructífera y eternal energía. Sabio alimentara tu sangre, que es la misma que incinera mi angustia cuando por amplio tiempo mis manos vacías transitan sin ti. Nace una rama curvada en la cara a la altura de los labios, te miro y brotan las hojas, las de nuestra felicidad momentánea pero perfecta, ese calor contenido en tu envase de madre y tu alma de fénix. Las flores surgen más tarde con el cariño y la bondad del tiempo. Mi agonía se marcha, pronto hay pa` fumar me digo y suena chistoso.
Tespis
Tespis
13 de enero de 2015
AndaMula
si tuviera que elegir un palabra para ella : mágica
de lejos le escuché
su vibrante presencia se olía metros más allá
sorpresa fue la mía que no solo era su voz ni su talento
su imagen perpetua destellaba mis ojos
perpleja me quedé
sonriente le miré
como si el uso de su arco me recorriera desde los pies
me quedé escuchándole
talento innegable que llamaba a los curiosos
o incluso a los románticos que se entrelazaban con su música
el viaje de su armonía ahí presente
estaba frente a mis ojos
pero fue más que eso
compenetró algo más cuando ella me vio delirante y sonriente
su angelical mirada que sembró en mí
quizá supo el efecto que me provocó
sentí como si su cuerpo me llamara
pero solo pude acercarme a dejar un par de monedas
pues su talento merecía más que eso
¿será paranoico, o si esperaba algo cuando termino su presentación?
pues vi que me buscó con la mirada cuando ya me retiraba
cuando decepcionada vio que no me acerqué
observando como me alejaba...
estúpida timidez
espero volverte a ver
espero volver a encontrarnos
y así, cambiar este final.
Epifanika
de lejos le escuché
su vibrante presencia se olía metros más allá
sorpresa fue la mía que no solo era su voz ni su talento
su imagen perpetua destellaba mis ojos
perpleja me quedé
sonriente le miré
como si el uso de su arco me recorriera desde los pies
me quedé escuchándole
talento innegable que llamaba a los curiosos
o incluso a los románticos que se entrelazaban con su música
el viaje de su armonía ahí presente
estaba frente a mis ojos
pero fue más que eso
compenetró algo más cuando ella me vio delirante y sonriente
su angelical mirada que sembró en mí
quizá supo el efecto que me provocó
sentí como si su cuerpo me llamara
pero solo pude acercarme a dejar un par de monedas
pues su talento merecía más que eso
¿será paranoico, o si esperaba algo cuando termino su presentación?
pues vi que me buscó con la mirada cuando ya me retiraba
cuando decepcionada vio que no me acerqué
observando como me alejaba...
estúpida timidez
espero volverte a ver
espero volver a encontrarnos
y así, cambiar este final.
Epifanika
8 de enero de 2015
Fin de año
Fue chocante que en sólo algunos tic tac, se nos fueron los días y el año. Lo triste era que las líneas siguen siendo líneas y el pasado estaba a la vuelta de la esquina, sin haber partido nunca realmente. Lo incierto es el tiempo al que le pongo pausa, que no se detiene pero espera. Los retratos quedaron enterrados en la arena atentos al mañana, al muy mañana, al no tan mañana.
Anónimo
5 de enero de 2015
Reinventación
Seré lo que el viento nunca arrastró
la piedra que vive sin bailes ni patrones
y reiré con la misma risa silenciosa
cuando los tiempos caigan muertos.
Habré vencido si las atas no me amarran
si salgo ileso del fuego que purga
y del mar que ablanda.
Seré un grito hacia adentro
un ateo convencido que Dios existe
y sin mirarme a los ojos
entenderé cuál es mi propósito.
Lloraré sin pena
ni vergüenza de ser vida azarosa
y cuando derramé aquellas lágrimas sobre los pétalos de la historia,
reiré sin la memoria que carga con la culpa.
Seré un verdadero ajeno
y ni a nombres ni a lugar responderé.
Seré nebulosa, incierta y libre nebulosa,
extraña por naturaleza y fe.
T.
la piedra que vive sin bailes ni patrones
y reiré con la misma risa silenciosa
cuando los tiempos caigan muertos.
Habré vencido si las atas no me amarran
si salgo ileso del fuego que purga
y del mar que ablanda.
Seré un grito hacia adentro
un ateo convencido que Dios existe
y sin mirarme a los ojos
entenderé cuál es mi propósito.
Lloraré sin pena
ni vergüenza de ser vida azarosa
y cuando derramé aquellas lágrimas sobre los pétalos de la historia,
reiré sin la memoria que carga con la culpa.
Seré un verdadero ajeno
y ni a nombres ni a lugar responderé.
Seré nebulosa, incierta y libre nebulosa,
extraña por naturaleza y fe.
T.
...
No sólo extrañaba ya su presencia, su perfume y su delicada forma de apaciguar mis días, incendiándolos de risas, o por lo menos, de ganas de vivir, sino que también extrañaba al individuo en el que me transformaba a su lado, núcleo liviano y desentendido. Ella estaba lejos claro, y yo me quedé allá sin querer, en aquella fortuita dimensión paralela.
Aquí es otra historia, se vive desencajado, fuera de lugar. Las paredes resultan más anchas y las voces se pierden en la indiferencia. Yo camino para distraerme, para remontar en el vacío de la no-inercia, para no pudrirme en la nostalgia.
De vez en cuando, entro al baño y observo el reflejo que allí se ve. Miro fijamente a los ojos, portales del pasado, pues es ahí donde nos escondemos los lejanos tontos enamorados.
Sonrío para mis adentros, con ella en el recuerdo y a mi lado, y por un poco, me siento más distendido.
Pero no tan lentamente, me embarga la violenta contraparte, el eslabón maldito. La mirada se vuelve dura, y busca perdida un punto donde apoyarse, una interacción donde se encuentren todos con todos, sin disfraces ni artilugios, sin memoria ni prescritos.
Involuntariamente se me agita el corazón, y desvío la mirada, y pienso en ella, y en mí, y en él, y en los mundos por los cuales ya no quiero moverme.
Luego, pienso la noche ajena y en los autos que pasan...
E.R
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