31 de diciembre de 2014

Vueltasinvuelta

Miré hacia atrás pensando que alguien me seguía, y cuando lo hice, vi sólo mi sombra siguiendo simétricamente mis pasos. Caminé con más tranquilidad, lentitud y con especial cautela por lo que mi andar descubría, como un curioso y concienzudo gato.
Para mi no-sorpresa, los edificios y el bullicio saltaban a mi encuentro. Por suerte, la noche era fresca e inocente, de esas cuando te sientes ligero y con el presentimiento de que algo te va a pasar o con alguien te encontrarás. Sin embargo, yo me sentía truncado, y a pesar que andaba yo sin mochila ni carga alguna, dolíame la espalda y el cuello de una exagerada manera, y mis pies vacilaban desequilibrándome cada cierta esquina.
Cuando llegué a la luz de la calle principal, y mi rostro se hizo visible, de inmediato me sentí en peligro, como si un secreto los faroles quisieran arrancarme. Acomodé rápidamente mi gorro y la capucha de mi polerón para protegerme de cualquier ilusa amenaza.
“He vuelto” pensé, y me invadió un súbito escalofrío citadino que recorrió mi espalda.
Cuando me subí a la micro en dirección a la casa en donde estaba durmiendo, me entristecí, con una nostálgica y niña pena. Iba en los últimos asientos, como siempre, y por la ventana desfilaba la danzante cruda realidad. Yo, quieto desde mi butaca, rememoraba en el viaje aquellas esquinas, callejones y plazas que se atisbaban, pero me sentía ajeno, lejano, casi irreconocible.
“He vuelto, pero en realidad nunca volví” me dije, y al hacerlo se me dibujó una tenue sonrisa involuntaria. Del otro lado, un niño me interrumpió y dijo que eso era prácticamente imposible, que la ciencia no lo permitía.
Cuando me vi a oscuras en mi cama y mis aires sureños, entendí que era sólo un sueño y que aquél niño estaba completamente equivocado.

(Si no se entendió, se refiere a que, efectivamente, había vuelto sin volver y todo lo relativo a la ciencia y la práctica quedó objetado)


Un pro-no-tipo cualquiera  

21 de diciembre de 2014

Oda a la Vida

I
El retorno de la alegría toca
los petalos de la amistad,
las palabras engendradas dan
la seguridad de andar,
los dientes de la sonrisa sincera hambienta
la retina de la claridad,
se mueven montañas y los parpados nos hablan.
De nuestras semillas más amadas
naceran las suaves miradas de la conciencia.
II
Soy el cuenta cunetos de esta tragicomedia,
soy el deambulante perdido en el barullo de la felicidad,
soy lo que creo ser y es justo cuando tus ojos desnudan mi ser,
las palabras rebosantes de quimeras y utopias
se van moldeando como el artesano va creando,
recolecto los girasoles del amor,
los jazmines del corazón y las rozas de la pasión,
dulce vida has deparado frente a la efiguie de un
despreocupado las caricias de niños olvidados.
III
sumergo la mirada en la profundidad de vuestra alma
y los secretos del universo se van conosiendo,
hermosa mia, menguas el poder de querer detener,
esclavizas mis pies ha seguir de píe,
encadenas la razón de buscar un por que.
Ensueño la ironia de volar con alas de cristalinas,
pero solo siento que la tinta dibuja mi verdad.
IV
Gracias a ti querida mia
gracias a tus lujubres besos
que hierven las ádas que palpan mi calma,
gracias a ti por disfrutarme y yo disfrutarte cada día,
estrecho silencio avanza cada vez más lento y el reino
de morfeo anhela nuestro regreso.
V
Gracias querida mia por damre en cada salida una lección aprendida,
gracias por regalrme las ganas de crecer, de viajar
de reír y soñar.
Eres tu quien da las dulces caricias y brinda su hermosa sabiduria,
Vida mia, corres tan rapido por los prados del tiempo que ya ni se donde
naceremos,
vida querida, que haría sin ti, si realemtne no lloraria por ti,
vida, vida, vida es hora de salir y construir nuestra armonia.

-Arlecchino

16 de diciembre de 2014

...

Es la hora del metro en que hay paradas diferidas, lo había planeado hace tiempo, nadie lo sabía, “no hay vuelta atrás” pensé. Lentamente, alejo las ruedas de la línea amarilla, cierro los ojos y por un instante soy consciente de mí mismo, de la discapacidad. Una ola de valor recorre mi cuerpo, me insita a seguir, abro los ojos fuertemente para lanzarme a la oscuridad. La decepción me golpea de súbito al darme cuenta que el metro ya pasaba por la estación, “Tendré que ir a la cita en el Sótero”, una gran carcajada brota de mis labios.

-Lunera

7 de diciembre de 2014

Las "casualidades"

Me refiero a lo que podríamos denominar como inconsciencia trascendente.
Son hechos puntuales que evidencian decisiones no-consensuadas llevadas a cabo por un individuo y que aparentan en su realización una perfecta precisión, un completo y acabado ensamblaje. "Las gotas del cielo caen de pie con minucioso cálculo."
Son dominios de la fe, y hablo del poder que uno le entrega a los mencionados sucesos, si se concibe una estricta linealeidad o no; algo así como el tic tras el tac.
Pero a lo que en realidad quería llegar eran a las dichas "casualidades", que al parecer, por ser "casualidades" no merecen digna atención ni examen. Quizás decir inconsciencia fue elevarlas demasiado a vasta dimensión. Me quedo entonces, con trascendente ya que en cierto grado se traspasan y hasta confunden, de misteriosas y puntuales formas, las causas de la realidad.
En fin, hoy dibujé un ave y un muchacho que destapaba su interior. Pero no tenía idea que en la noche...


Un no-tipo cualquiera

2 de diciembre de 2014

De perras y otros insomnios

I
Nunca me susurraron los gorriones
el secreto mágico para poder dormir.

¿Acaso no me dejarás tranquilo
hasta que lo grite sin cesar?
¡Dos más dos nunca será cuatro!
y tu intento fallido
de hacerme entender la lógica puta
me importa nada.

Ya basta de cuchicheos por lo bajo
si a esta hora sólo cantan los gallos.

Insomnio puto
puto de los mil putos
yegua loca de mi memoria
qué detestable es el placer que te produce mi no-descanso.

II
En qué podía yo dispersarme a estas alturas de la noche, el té me había dejado el estómago caliente y la gotera de la ducha había cesado su impertinente caída. Mis ojos permanecían abiertos con inconmovible fijeza y no se apagarían sin antes haber resuelto y materializado ciertos pensamientos. Lo preocupante de todo este asunto, era que se hablaba de nada, nada como fin último y certero que incongruentemente no se concretaba, y lentamente se disipaba en la insolución, dando inicio a otra brumosa nada. La gota volvía a caer y el mándala suspendido en el aire no dejaba su inerte baile.

(Habían de esas noches lúcidas, provechosas, precisas, de ésas que con fina aguja se esbozaban grandiosos telares. Habían de esas hermosas noches... Qué lástima que hoy, no era una de ellas, sino un vicioso vacío justificado.)


III
Quizás hay algo de perfección en la locura…
Algo espléndido,
casi como un secreto de estos mundos terrenales…
Algo algo algo,
diametralmente alejado de las sucias manos científicas...

IV
¿Podía ser yo, de alguna forma, un ave sin tener la capacidad de volar?

V

6.10 - 6.26 a.m
El ave, conocido por el nombre de "Aguilucho", despierta de su sueño y emite una (sólo una) seca y rápida exclamación: kyaaah.

Haiku 2

un árbol se demora
cien en crecer
pero uno en caer

Bananaoriental 

Haiku 1

me pasa a veces,
que hablo sin pensar
y aprendo

Bananaoriental

1 de diciembre de 2014

M.

El mar lo tenía para mi sólo, para mi egoísta y simplista deleite. El viento golpeteaba suavemente mis segundos, como una fría pero tierna caricia. Mi memoria, sin oponer resistencia alguna, se prestó entusiasta al vuelo, y me dejó sin estado alguno, vacío.
¿Por dónde empezábamos si no existe ni el 0 ni el 1?
El mar, sin entender la quietud, permanecía en perfecta e incesante búsqueda de los ciclos. Pero era un hacer sin conciencia, algo así como un mecanismo irrefutable de subsistir. Yo por mi parte, entendía de pura coincidencia, semejante (i)lógica, y sin tanto sesudo trabajo, me percataba de los no-indicios de posibles fugas de luz.
Pues claro que nada se iba a entender con palabras, si las conclusiones carecen de trascendencia.
En resumido para los inquietos busca-sentidos: "era yo el mar-persona".


E.
T.