Me pregunté cómo sería correr sin parar, simplemente nunca
detenerse en el tiempo.
Tiempo. Perdí.
Lo pienso de nuevo sin que nada salga provechoso de las
palabras que intentan transmitir el susodicho mensaje.
Vuelvo como si nada, me
miento en las reglas de la ingenuidad personal, me invalidan los mudos que corrigen.
Hay que centrarse en la vida, y por eso salte a un punto
aparte. Vamos vamos vamos gritan los desesperados guardianes del sentido.
Tienen miedo.
Se huele.
Ahora un respiro para al que se le había olvidado, a despertar los
pistones de la memoria.
Es la última cena.
Reo 12
1 comentario:
Buena Buena, les hicimos un espacio en nuestro blog :D
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