7 de junio de 2015

XIII

Me pregunté cómo sería correr sin parar, simplemente nunca detenerse en el tiempo.
Tiempo. Perdí.
Lo pienso de nuevo sin que nada salga provechoso de las palabras que intentan transmitir el susodicho mensaje. 
Vuelvo como si nada, me miento en las reglas de la ingenuidad personal, me invalidan los mudos que corrigen.
Hay que centrarse en la vida, y por eso salte a un punto aparte. Vamos vamos vamos gritan los desesperados guardianes del sentido.
Tienen miedo.
Se huele.
Ahora un respiro para al que se le había olvidado, a despertar los pistones de la memoria.

Es la última cena.  


Reo 12

1 comentario:

odisealespaciointerno dijo...

Buena Buena, les hicimos un espacio en nuestro blog :D